Nunca Sere Tuya

11- Trabajo

(Este si deben de leerlo)

-Evan si hablamos hipotéticamente ¿Que opinas de que trabaje?

Estábamos los dos en la mesa comiendo comida italiana que encargamos de un restaurante.

-¿Por que me preguntas eso Lindsay?

-Solo responde.

-Pues no se por que tendrías que trabajar si así estamos bien, no veo la nesecidad de que salgas a trabajar, aparte tus papás te mandan dinero.

-Si pero no es suficiente, quiero ayudarte a pagar los gastos ya que los dos vivimos aquí.

-De cualquier modo dudo que consigas trabajo, pero si eso llegara a suceder entonces esta bien.

- que bueno que pienses así, por que esta noche comienzo.- dije levantandome de la mesa y tirando mis desechables y antes de que Evan me pudiera renegar algo subí a mi cuarto.

Sinceramente creo que estuvo bien el que aya conseguido trabajo por que no lo puedo dejar solo pagando todo.

Temporary fix comenzó a sonar por todo el cuarto lo que indicaba una llamada, tire de las cobijas de mi cama y los peluches para poder encontrarlo, termine contestando al tercer timbrazo, es Stefan el que me llama.

-Stefy- dije en tono dulce.

-Hola pequeña.

-Hasta que llamas.

-sip, y saldremos en la noche.

-Pero no puedo, conseguí un trabajo, de mesera en el club de aquí.

Vi una sombra pasar pero la ignoré.

-Es una lastima, nos habríamos divertido.

Es viernes, así que no haré ninguna tarea hasta mañana, me puse a escombrar mi cuarto y limpiar la casa ya que Evan no es muy buen amo de hogar, es mas apenas y lava trastos.

Encontré varias cosas raras debajo de los sillones, desde zapatos hasta juguetes y accesorios de mujer.

Entre al cuarto de Evan para barrer, el no estaba, fue a arreglar algunos asuntos de la manada los cuales no me quiso decir, aveces se le sube lo alfa.

Tenia música mientras barría y cantaba las canciones de Zayn.

La escoba topó con algo debajo de la cama así que decidí secar lo que estorbaba para poder limpiar bien.
Una caja de cartón abierta llena de revistas para hombres y cosas extraña que no podía distinguir bien era lo que estorbaba debajo de la cama.

Yo comenzó a reír como loca cuando un gruñido se escuchó tras de mi.

-¿Se puede saber que haces en mi cuarto Lindsay.?

-Esperando a que llegaras- dije con sarcasmo mientras le mostraba la escoba.- la casa estaba sucia así que comencé a limpiar.

-¿Y quien te dijo que limpiaras mi cuarto?

esto me estaba enojando, todavía que estoy limpiando me regaña.

-Pues entonces limpia tu- dije arrojándole la escoba y saliendo de la habitación. - y ¿Cuando me prestas esas revistas que escondidas?- grite ya fuera de su cuarto.

-Lindsay, eres una..
No término la frase, solo gruño por lo bajo.

Me cambie la ropa por un pantalón sencillo y una blusa cualquiera para ir a trabajar, camine hasta el Club que estaba de moda en el sitio, quería despejar mis
pensamientos un poco y decidí no manejar.

-Hola, hace algunos días conseguí trabajo aquí, y hoy es mi primer día ¿Hay algo que deba saber?

La encargada de nosotros es una señora algo vieja y gorda de mal humor.