Nunca Sere Tuya

Epilogo

Jesse se entero de que Liam había secuestrado a las pequeñas y ayudo también con mi secuestro, el quería que yo muriera o al menos sufriera y no me cercara nunca mas a Jesse, ya que creía que el todavía sentía algo por mi, pero aun así el fue quien saco a Estefan de la casa cuando la incendio y le dijo a James que no lo matara.

Mica y Estefan fueron los que buscaron a Evan para que ayudara con mis rescate junto con Jesse mientras ellos buscaban a Beau y Sharis que estaban ocultas en el sótano de las casa.

Todos estábamos reunidos en un claro en el bosque, celebrando el que estábamos vivos y todo había salido bien, aunque debíamos encontrar un nuevo sitio para vivir todos aun respiráramos.

Jesse aun seguía débil, el es inmortal como cualquier otro vampiro pero una bala de plata al corazón no era algo muy simple.

La musica estaba a todo volumen, pusimos luces led alrededor de los arboles y la luna plateada nos alumbraba.

Evan se acerco a mi comenzamos a bailar una canción lenta de Ed Sheran.

-Lindsay, ¿Podemos hablar?

-Ya lo estamos haciendo- Bromee pero el seguía serio.- Si, vamos, adelante- Le dije retando la compostura.

-Se que no recuerdas todo lo que pasamos juntos y aunque me duela tengo que seguir adelante, no estoy diciendo que voy a dejarte ir, al contrario, soy muy egoísta como para hacer eso, pero quiero un nuevo inicio, sin embarazos fingidos, sin mates psicópatas, sin problemas.
Quiero reescribir mi historia junto a ti, que vuelvas a casa, a nuestra casa, que le demos un nuevo heredero a la manada, quiero una vida a tu lado.

Sus palabras me estremecieron, el mate psicópata fue suplantado por uno dulce, tierno y romántico, uno que se que me hará feliz por siempre.

-Yo también quiero una vida a tu lado.

Me sonrió y me beso tiernamente mientras ponía sus manos en mi cintura y yo pasaba mis brazos por su cuello.

-Se que no eres mía, pero en algún momento no muy lejano lo seras y creeme que no te arrepentirás.

-Evan, yo soy tuya desde el momento en que entraste por esa puerta de aquel aterrador cuarto, pidiendo disculpas y queriendo golpear a James, desde que mi mirada cruzo con la tuya, desde la primera vez que mire el hermoso azul de tu mirada y no te pude sacar de mi mente.

-Y ¿No quieres ser mía de nuevo esta noche?

-Esta noche y todas las que quieras- Dije inocentemente mientras le daba una mirada feroz llena de pasión y amor.