Room 317 / Habitación 317 (Traducción Oficial)

Capítulo 20

Solo 1 año después...

Louis había olvidado cuan inquietantemente tranquila era la UCI. Miró hacia Harry y se preguntó qué estaría pasando por su cabeza. Harry probablemente tenía los peores recuerdo de aquel lugar. ¿Cuántas veces había tenido que ver a Louis muriendo allí, cuántas veces tuvo que verlo arquearse violentamente bajo las paletas de shock y rezado para que aquella vez funcionara? ¿Cuántas noches estuvo sentado al lado de esa cama y se preguntó si habría una razón para hacer una visita al día siguiente? ¿Cuántas veces le habrá rogado suplicandole a un Dios en el que no cree que hubiera una razón para volver al día siguiente?

Hillary se encontraba en la estación de enfermeras mientras ellos caminaban sobre el límite. Ella no había cambiado ni un poco. Su cabello rubio continuaba en una corta y mullida cola de caballo y su labial rosa roja. Ella los saludó a ambos con la sonrisa más grande y corrió a abrazarlos con deleite.

— ¡Es tan bueno verlos! -ella lloriqueó- ¡Lucen muy bien!

Al oír la conmoción, Janine apareció repentinamente al salir de una de las habitaciones y chilló un poco mientras se apresuraba a abrazarlos también. Harry y Louis sonrieron y le devolvieron el abrazo.

— Así que ¿qué los trae de vuelta a nuestra pequeña esquina del mundo? -ella soltó, separándose de Harry- Pensé que habían jurado nunca más volver a este lugar, ¡no es que los culpe!

Harry miró a Louis quien dió un paso adelante.

— Bueno -dijo con una sonrisa tímida- nosotros pensamos, después de todo lo que hicieron por nosotros unos años atrás, sería lindo decir gracias en probablemente la única forma que podemos -él buscó en su bolsillo y sacó una envoltura ligeramente arrugada-. Esperamos que esto los ayudará a pagar por un nuevo monitor cardiaco o cualquier cosa que ustedes puedan necesitar.

Hillary tomó lo que le ofrecían con el ceño fruncido y Janine miró sobre su hombro mientras la primera habría el envoltorio.

Sus ojos se abrieron cómicamente cuando vieron el tamaño del cheque.

— Whoa... -jadeó Janine- ¡Esa es una cantidad demente de dinero! -La mano de Hillary temblaba un poco alrededor del papel.

— Nada que no nos podamos permitir -Harry admitió-, y es realmente lo menos que podemos hacer.

— Wow -Hillary susurró-, no sé qué decir.

— No tienes que decir nada -dijo Louis amablemente-, pero me estaba preguntando... ¿Está libre la habitación 317? -él rió ante sus expresiones de sorpresa y explicó- De una extraña manera, extraño ese lugar, estar aquí fue la única vez que realmente tuve algo de paz. No me importaría tener una última pequeña memoria de ella en la que ninguno de nosotros se encuentre realmente en una camilla.

Harry pilló una extraña mirada de entendimiento pasando entre su novio y Hillary. Lo desconcertó un poco pero no se mantuvo en él.

— De hecho lo está -ella dijo, asintiendo con una sonrisa-, hemos estado bastante tranquilas hasta el momento. Solo vayan y tomen tanto tiempo como necesiten. Yo iré y le daré esto al directorio del departamento -ella indicó el cheque-, quédense por acá luego de todas maneras, creo que el director querrá hablar con ustedes sobre esto.

Louis le agradeció y sin ninguna vergüenza tomó la mano de Harry, llevándolo hacia la habitación que se les hacía familiar. Harry no estaba del todo seguro de si quería ir pero dejó que Louis lo llevara de todas formas. Y es que Louis y Harry se seguirían hasta el fin del mundo si el otro se lo pidiera.

Se detuvieron fuera de la tan familiar puerta y el número 317 de cromo continuaba teniendo un leve raspón donde mismo lo tenía hace casi 7 años atrás. Harry revivió el momento que vio por primera vez aquel número plateado. Él tenía 18 y era un cuarto para las dos en una oscura mañana de Jueves. Él había empujado la puerta con trémula solo para ver a Louis recostado en la cama, conectado a todas esas espantosas máquinas, pálido, inconsciente y tan malditamente frágil; él lucía como un niño de 10 años.