Capítulo 2

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Miércoles por la mañana – Una semana antes del accidente

 

Louis despertó con el sonido de la alarma de Niall que sonaba innecesariamente. Era el tipo de sonido desagradable que raya tus oídos y hace rechinar tus dientes. Gimió, a ciegas alargó la mano por una almohada y la lanzó en la dirección de su amigo. El gemido sordo que oyó le dijo que había logrado su cometido.

 

— ¡Apágalo! –se quejó Louis contra su amigo, enterrando la cabeza bajo las sábanas para tratar de bloquear aquel insistente y molesto ruido. Tomó un par de segundos pero Niall eventualmente giró en la cama y apagó la alarma. Louis suspiro de alivio en el bendito silencio que le siguió y entonces cerró los ojos. Así que... otro día de locura... ¡woohoo! Eso sí, no había tenido un día tan agitado desde que se estuvieron presentando a través de los shows en vivo en Factor X que no habían sido absolutamente brillantes. Como sea, eso no significaba que no siguiera amando su cama… El trato de encontrar la posición más cómoda posible. El colchón estaba haciendo su lado izquierdo se sintiera raro. La sensación no desapareció cuando Louis volvió a suspirar y se dejó caer sobre su espalda. Él se frotó distraídamente el área justo por encima de su cadera y reflexionó sobre envejecer. A los 19 años se acercaba rápidamente a la mayoría de edad pero seguramente supone que no debería estar recibiendo dolores musculares así de rápido. Su cara no era exactamente dolor, pero se sentía… extraño, de una forma llena y dolorida -como una especie de puntada-. Probablemente fue sólo un efecto secundario de la úlcera de estómago que había tenido en los últimos días -no es que les haya dicho a los chicos al respecto.Tenían suficiente en sus planes, lo que con estos grandes conciertos, sin que tengan que preocuparse sobre un estúpido vientre un poco molesto. Él ni siquiera había estado físicamente enfermo... acaba de tener un dolor persistente en el abdomen bajo y algunos viajes más bien desagradables al baño.Era fácil de ocultar, siempre y cuando se quedara tranquilo y alegre, y tan loco como él normalmente era. De todos modos, el dolor había disminuido un poco con la toma regular de un paracetamol. Hablando de eso…

 

Se sentó, y al mismo tiempo el mundo empezó a dar vueltas. Jadeando, cerró los ojos y contó hasta diez antes de abrirlos de nuevo. La habitación no giraba esta vez y él se levantó cuidadosamente de las mantas y se deslizó fuera de la cama. Hombre, realmente debe estar haciéndose viejo si él conseguía la sensación de mareo sentándose demasiado rápido. Sin dudarlo, él no iba a compartir eso con los chicos –no lo dejarían olvidarlo.

 

Aquella era una mañana bastante fría, el hotel tenía una alfombra que bajo sus pies descalzos se sentía sumamente áspera, y en sus brazos desnudos la piel de gallina brotaba cuando cruzó la habitación hacia el baño. A pesar de que el mareo había pasado, todavía se sentía un poco inestable sobre sus pies, pero se mantuvo con firmeza para obtener un control de su cuerpo, ya que tenía un montón que ensayar y cosas por hacer hoy.

 

Fue directamente hacia el fregadero y se puso a recoger sus cosas de afeitar. La puerta se abrió de nuevo y a través de ésta apareció Harry, quien tropezó con los ojos todavía medio cerrados. Él comprobó la presencia de Louis en el fregadero mientras alcanzaba su cepillo de dientes, haciendo reír a Louis.

 

— Buenas, rulos

— Nuh… -Harry se miró en el espejo y Louis le guiñó un ojo. Harry sonrió lentamente y le dio un pequeño codazo en broma-. Hey… ¿Para qué te estás afeitando? Si no te ha crecido nada.

Room 317 / Habitación 317 (Traducción Oficial)Where stories live. Discover now