9

6K 279 55
                                    

Me desperté desorientada en cuenta a dónde me encontraba. Miré el reloj de pared que tenía sobre la televisión y me asombré al ver que era 20:45 p.m.

Esperé unos minutos y en mi mente volvieron a reproducirse los acontecimientos de las últimas 48 horas, bares, hombres, amigas, celos, propuestas indecentes.

Flashback #1.

Él me tomó por mi cintura y en un abrir y cerrar de ojos estaba sobre mí.

Era una noche normal como cualquiera otra y disfrutábamos de la compañía del otro como cualquier pareja ordinaria hasta que sentí cómo el ambiente en el que nos encontrábamos subía de tono gracias a sus caricias, besos y palabras.

La tensión sexual se podía respirar más rápido que contestar cuánto es dos más dos.

Empezó a repartir besos entre mi cuello y mis clavículas, mordiendo, chupando, repasando el camino con su miembro bucal y deleitándose con mi piel.

Pero yo no estaba lista.

—L-Lo si-sientt-o sa-bbes que n-no es-estoy list-a, cre-creo qu-que ya l-lo hab-bíamos ac-acordado.— Trato de decir mientras sigue con su juego de seducción.

Se aparta molesto, me mira, me da un furioso beso en los labios y se marcha dejándome desconcertada.

Fin del Flashback #1.

Flashback #2.

Suena el teléfono de mi apartamento.

(Conversación telefónica)

—Amor, ¿Quieres que te pase a buscar y vamos a cenar a mi casa?.

—Me encantaría, déjame arreglarme y en dos horas estaré lista.

—Te veo luego, nena.

Fin del Flashback # 2.

Flashback #3.

Estoy lista, terminando de guardar mis cosas en mi bolso cuando escucho sonar la tan familiar bocina de su auto.

Bajo por el ascensor, saludo al portero como cualquier otra noche y me devuelve la sonrisa.

—Estás espléndida, nena.

—Gracias. —Admito con un leve sonrojo. Él me provocaba estás cosas. Estoy orgullosamente enamorada de este hombre y no se que haría sin él.

Tan solo espero que nunca me defraude ni me rompa el corazón porque no sé que sería de mí.

—Vámonos ya. Tengo la cena esperando en el horno. —Dice mientras me guiña un ojo.

El viaje es ameno. Música, conversación, risas, besos por aquí por allá, toqueteos de piernas y estamos en la puerta.

Abre la entrada de su casa y me deja pasar primera como todo caballero. Me acompaña hasta la cocina para él terminar de cocinar y yo observarlo como siempre lo hago y robarle besos desprevenidamente.

—Iré al baño.

—No te tardes o te iré a buscar. — Se me escapa una risa, hoy está raro, usualmente es más frío en cuanto a mostrarme afecto y hasta se podría decir que se encuentra algo nervioso. Pienso disfrutarlo quizás hoy sea el día tan esperado y por fin nos comprometamos. — Lo digo en serio Kelsey. — Advierte con un arrojandome un guante de cocina y con un delantal de cocinero puesto que dice "Estás viendo cocinar al cocinero más sexy".

Sex Slaves [SIN EDITAR]Where stories live. Discover now