Sex Slaves [SIN EDITAR]

19 (Segunda Parte)

Cuando salí del baño me encontré con la sorpresa de todas dormidas menos Hanna, que había sido la única prudente y no se embriagó.

—Vamos Kels, yo te acompaño a nuestra habitación. Yo también quiero descansar.

Caminamos por el pasillo tratando de hacer el menor ruido pero mi risa histérica complico un poco las cosas.

El efecto ya se estaba pasando gracias a las dos botellas de agua que había ingerido y la tercera que estaba en proceso, me estaba sintiendo un poco mejor aunque sé que mañana la señora malestar va a hacer una gran entrada triunfal en mi cabeza.

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Ya pasaron dos horas y me sentía mucho mejor, Hanna decidió tomar una píldora para dormir a causa del jet lag.

Cerré con sumo cuidado la puerta de la habitación y me dirigí hacia el baño. Llamé por video-llamada a Justin, aunque no tenía mi mejor humor luego de la llamada anterior.

Coloqué el teléfono junto al espejo y me senté enfrente, dando una visión completa de mi lencería negra, cortesía Victoria Secret.

—Me encuentro mejor.

El silencio se prolonga en la llamada.

—¿Sabes que no fue prudente lo que hiciste, no?

—Justin, yo realmente no quería qu-

—No me refería a tu borrachera, luego me encargaré de ese tema cuando vuelvas. A lo que estoy haciendo referencia es a que me hables caliente y me dejes pagando, a más de cinco mil kilómetros de distancia.

¡Ay Bieber, si tú supieras lo que acabas de decir...!

Entonces era mi turno de jugar. 

Mal hecho Sr. Bieber.

Puse mi mejor voz sexy y le seguí el entretenimiento.

—No sé a qué te refieres. Aunque en este momento estoy un poco incómoda, deben de ser mis pezones que se encuentran duros, y mi sexo—. Bajé mi mano y la metí por dentro de mi braguita, tocando directamente por entre los labios—. Está un poquito húmedo.

El gruñido que emitió Justin parecía un oso que acababan de despertar mientras está a medio hibernar.

—Nena, mira como me tienes— con su mano izquierda agarró su miembro por sobre su pantalón que se encontraba queriendo salir, mientras lo masajeaba a un ritmo constante. —Vamos cuéntale a papi que estás haciendo, háblale sucio por esta vez.

—Bueno... —Saque mi dedo y lo pasé por mi pezón derecho y con la otra mano realicé lo mismo con el que quedaba— Me gustaría que el Sr Bieber lamiera mi coño—solté el seno que estaba siendo sostenido por mi mano derecha y volví a acariciar mi clítoris por sobre la ropa interior— Luego yo le devolvería el favor, de esta manera—Utilicé mi dedo y le hice una pequeña mamada viendo como Justin aumentaba el ritmo en su pene.

—Más, más Kelsey, dame más nena.

—También me gustaría que me diera algunos azotes en mis nalgas, quizás hasta dejaría que tome mi trasero, pero más placer sería que con su larga y deliciosa verga me hiciera gritar de placer así— y sin más empecé a masturbarme al mismo tiempo que Justin sacaba su pene de su pantalón y se unía a mi ritmo—. Vamos gatita, acaba conmigo, eso es.

Me concentré en él, en su voz entrecortada, en sus ojos cerrados, en aquella vena que sobresalía en su cuello, en esos dedos largos y sus brazos claramente trabajados por horas en gimnasio.