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Kelsey POV

En el mismo instante que Justin terminó con nuestra "conversación" me despedí de Will y le rendí mi número de móvil para quedar algún día a divertirnos. Ese chico realmente supo hacerme reír en unas pocas horas más que lo que me he reído en las últimas semanas.

No todo tiene que pasar por la cama ¿O sí? Espero que Justin sí crea eso y sea ahí donde me regañe porque no tengo ganas de aguantar sus gritos. La cabeza me está matando y no me sienta muy bien el estómago.

Creo que realmente fue mala idea beber tanto y luego lanzarme a la piscina sin más.

Sabía que por más que quisiese que Justin arreglara la situación a mí manera no sucedería. Es el hombre más dominante y posesivo que he conocido jamás.

Así que decidí esperarlo en el hall central del hotel, de modo que si quiere gritarme o follarme contra la pared nuevamente sin derecho no lo podrá realizar, fui en búsqueda del móvil antes y me quedé en los cómodos sofás bebiendo un botellín de agua.

Realmente esperaba que la aspirina me quitara el mal estar porque mi humor era el de un perro en estos momentos y no contaba con las energías ni las ganas de escuchar si quiera un suspiro.

Por supuesto Rob, el hombre de Justin o mejor dicho mi niñero cortesía de Justin no se alejaba a más de cinco pasos desde lo sucedido y miraba atentamente a todo mi alrededor.

¡Hombre! Ni que estuviera en medio del Bronx. Son las Bahamas y un hotel re que te pijo.

Acertadamente, tenía como treinta mensajes y cincuenta y dos llamadas de Bieber. ¡Pero que pesadito me tocó! Luego algunos mensajes de mis amigas y de mi madre por lo que decidí matar el tiempo hablando con ella.

Me enteré que se había ido de vacaciones con su novio e hijastros. Me mandó algunas fotos. Me entretuvo con todos sus planes y planificaciones.

¿Cómo no? Es mi madre, no me asombra que haya armado hasta un itinerario para utilizar el baño.

Saber que estaba muy bien contenida, feliz y disfrutando de este descanso me hacía muy feliz, creo que porque estaba tan asumida en su mundo que no me cuestionó acerca de absolutamente nada en mi vida.

Estaba contándome de su experiencia con las jirafas ya que habían ido a un safari cuando sentí una respiración iracunda sobre mi cabeza.

Recen por mí.

—Madre, debo colgar ten unos días para ti y descansa, luego vuelvo llamar.

No le di oportunidad de que protesto o me someta a preguntar terminando la llamada instantáneamente.

Supe sin siquiera mirarlo que la fiera colérica y rabiosa a mis espalda era un rubiezote que estaba para comerlo con papas.

—Creo haberte mencionado que me esperaras en la habitación.

Su voz era un susurro determinante y duro. Se nota que sus dientes estabas colisionando entre ellos. Apuesto diez dólares que en este momento debe encontrarse la vena de su frente inflamada por la presión que está manteniendo su mandíbula. Aunque no voy a girarme a comprobarlo.

—Justin, realmente no me encuentro con el genio para discutir toda tu mierda.

— ¿Acaso te pedí esa respuesta?

—¿Disculpa?

—No conteste una pregunta con otra—. Me giré sobre mi trasero para que aquellos ojos llenos de furia dieran directamente con los míos. No había un ápice del Justin de esta tarde. Eran oscuros, desilusionados, cabreados. Su mirada me lo transmitía— ¿Irás a quedarte cómo una estúpida mirándome el rostro o harás lo que se te dice una maldita vez?

Sex Slaves [SIN EDITAR]Where stories live. Discover now