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Escuché varias veces los provenientes gruñidos de mi compañero de cama a causa de mis incesantes movimientos pero al igual que mi cuerpo mi mente no podía parar de dar vueltas.

Mil preguntas se presentaron sobre mi cabeza apabullándome, esta vez me encontraba realmente perdida. Si llegase a estar en cinta puedo verme enterrando mi carrera antes si quiera de darle la oportunidad de despegar.

Como segunda circunstancia, ¿qué demonios le diré a Justin? No llevamos un mes de... ¿amigos con beneficios? ¿Amigos a secas? ¿Amantes? ¿Compañeros de cama? Y ya compartiremos un niño.

Seré madre.

¿Seré madre?

Joder cada vez que pienso en aquella palabra mi estómago se revuelve y las náuseas pasean felizmente por mi garganta.

En este preciso instante sería tan conveniente que tuvieran que inducirme un coma farmacológico y me despierten cuando toda la mierda en mi vida haya pasado.

El sol ya comenzaba a molestar por lo que decidí desplazarme hacia la cocina y preparar algo de comer. Antes procuré de revisar que Justin se encontrase dormido, brindarle un tierno beso sobre sus rosados y carnosos labios.

Quizá sea la última vez que tenga la oportunidad...

Coloqué el canal de las noticias y mientras me hacían algo de compañía los periodistas decidí que haría un permitido e ingeriría calorías.

Preparé unos huevos, algo de tocino, zumo, algunas frutas, coloqué algo de cereales y un poco de yogurt sin contar mi té y café de Justin.

Me di la vuelta luego de mirar cuan esplendorosa había quedado mi obra de arte sobre la mesa pero un cuerpo desnudo se topó con el mío o mejor dicho él mío con el suyo al girar haciendo que mi trasero besara el suelo.

—Joder nena, ¿te encuentras bien? —su maldita voz de recién despierto, esa voz cruda y grave me llevaba a la novena nube de Justin. Ojalá no tuviese que volver de ella nunca.

—Buenos días guapo, ¿me creerías si te dijera que las vistas son mejores desde aquí?

—Anda, no tientes la suerte que has preparado un desayuno increíble.

Tomándome por mi cintura me reincorporó sobre el taburete a mi lado.

El noticiario acabo y unos vídeos de música ocuparon su lugar haciendo más ameno el silencio mientras comíamos sin mirarnos. No podía mirarlo a los ojos sabiendo la situación que se está posiblemente desarrollando en mi interior y no decírselo.

—¿Si sabes que no debías preparar todo esto, verdad?

—Justin...

—Hablo en serio Kelsey, te noté dar vueltas por sobre la cama la mitad de la noche y puedo notar algunas bolsas debajo de tus ojos.

—Gracias, eso me hace sentir mucho mejor

—¿Qué ha pasado nena?

Yo y mi gran pico. Debo alejarme de Justin hasta que sepa si realmente llevo su hijo o no. No soporto estar haciéndole esto cuando él es un cielo conmigo.

—Nada, tan solo ando algo nerviosa, ya sabes, por, lo usual.

—Que es...

Piensa rápido— El desfile. En unos días serán las pruebas de vestuario y bueno, ya sabes...

Justin tomó mi barbilla y conectó nuestras miradas. Pude sentir el infierno arder en mí pero sobre mi cadáver arruinaría esa luz que notaba en sus ojos, por lo menos hasta que esté ciento por ciento segura de los resultados.

Sex Slaves [SIN EDITAR]Where stories live. Discover now