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Justin P.O.V.

La tenía frente a mis ojos en un vestido de infarto y luciendo más hermosa que nunca y aun así no podía reconocerla. El brillo peculiar que relumbraba usualmente en sus ojos se encontraba apagado y a pesar del maquillaje que llevaba sobre ella, sus pequeñas bolsas debajo de los mismos eran palpables; pero lo que más llamó mi atención y me estaba carcomiendo vivo era verla tan delgada. Es decir, jamás fue una persona obesa pero efectivamente esta no era ella, era mi Kelsey en un cuerpo ajeno.

-¿Has terminado de quedarte como un idiota mirándome o dirás algo más? El carro está esperando fuera por mí -sus palabras fueron escupidas de sus labios.

-Disculpa, yo no quise - por instinto rasqué mi cabeza mientras buscaba algún motivo para retenerla sin que sea demasiado obvio.

Kelsey P.O.V.

Podía notarlo impaciente hasta llegaría a jurar que nervioso. ¿Acaso el gran Justin Bieber quiere disculparse? Ni su madre lo creería.

Mi paciencia se comenzaba agotar y aunque disfrutase de ver a aquél adonis en su mejor ropa no me quedaré aquí a ver cómo ha pasado de página y se ha olvidado de mí sin una pizca de remordimiento.

Le di la espalda y teniendo a mi favor que ya no era una distracción su rostro comencé a desahogar todo lo que llevaba todo el tiempo enterrado conmigo desde el día que se marchó.

-¿Sabes, Justin? Aquél día que te marchaste me heriste demasiado. No solo por el simple hecho de la crueldad tras tus palabras sino porque el niño que llevase dentro sería también tu hijo, tu propia sangre. Me trataste como una cualquiera cuando sabes que desde el momento que has aparecido has sido tú y solo tú.

-Kelsey...

-Ni Kelsey ni mi abuela, ahora es mí turno de hablar y tu lugar es escuchar, ¿o acaso tu Barbie de silicona te espera? -torné sobre mis pies para estar frente a frente. Bebí de mi copa de vino y luego de saborear mis labios de manera muy tentadora pude notar como se liberaba un poco su cobartín.

-No seas ingenua -carraspeo un poco para acomodar su voz- Únicamente es mi secretaría y dado el resultado de lo nuestro si aparecía sin compañía esta noche la prensa tendría comidilla para un año.

-Tus excusas puedes guardártelas para quién te las pida. Hace tiempo te fuiste de mi vida y ya no soy a quien debes rendirle cuentas, aunque siendo sinceros nunca lo has hecho de todos modos.

-No vayas por ese lado, Kelsey. -se notaba por el tono de su voz que la furia comenzaba a nacer dentro de él, eso y porque sus manos se convirtieron en puños de acero.

-Cierto -le di un pequeño toque con mi dedo índice en la punta de su nariz- me desvío del objetivo principal. ¿Cuál era? -imitando una pose pensativa, colocando mi mano libre sobre mi frente actué de forma fría e irónica. Estaba al tanto que lo odiaba- ¡Bingo! Ya me he acordado. ¡Felicitaciones, Sr. Bieber!

-¿De qué demonios hablas? -sabía que lo estaba empujando a su límite y era cuestión de tiempo para que explotase.

-¿No se ha enterado? Disculpe, ha sido mi culpa. Me he olvidado de llamarle.

-Deja los malditos juegos y habla como una persona adulta, Kelsey.

-¿Ahora quieres ser adulto? ¿Por qué no fuiste uno el día que invadiste mi apartamento gritando antes de abandonarme? -grité cada palabra pero la voz me estaba comenzando a tambalear y sabía que como era cuestión de tiempo para que él ardiera en llamas, lo era yo también para derrumbarme en mis lágrimas.

Sex Slaves [SIN EDITAR]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang