Eso de castigar a Andrea con un beso no es tan mala idea, estaba harto de sus insultos hacia mi.
— Por supuesto que me importa, no me gusta tener que tocar tus labios con los míos. – Dijo temblando en mis brazos.
— Pues.–dije mientras me acercaba lo mas posible a sus labios, rozandolos con los mios, sin llegar a unirlos o a besarlos.– Se quedará con las ganas, porque no no beso a amargadas, y sabe que de ahora en adelante la ignoraré si tanto me tiene asco no me dirija la palabra y listo.– Concluí soltándola del el agarre en el que la tenía.
— ¡Imbécil! Ni creas que me quede con las ganas, agradezco a Dios por así no tener un mal sabor de boca, y no te preocupes haré como que ni te conozco.– Me voltee ignorándola y yendo hacia la cafetería del hospital.
Compre un café y tuve que hacer una gran fila para pagar a pesar de ser las 7:00pm el hospital estaba lleno. Recibí una llamada del Financial Bank, era mi secretaria Miley quien me aviso que mañana a primera hora iban uno de los grandes inversionistas de Estados Unidos y que debería hacer una junta exclusiva a las nueve se la mañana porque aquel inversionista estaba interesado en el banco. Estaba un poco distraído revisando mi agenda de mañana en el móvil, para poder despejar aquellas horas que estaría en el banco, y sin darme cuenta vacíe el café que dure casi treinta minutos pagando en alguien.
— Disculpe, muchas disculpas señorita.
— No hay problema.– Me respondió la chica con una dulce sonrisa, levante la vista y me encontré con una linda chica de sonrisa envidiable.
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— Enserio fue mi culpa, lo siento mucho.– Dije muy apenado.– Mucho gusto Samuel Gallardo.– Dije extendiéndole la mano limpia a la chica.
— Enserio no te preocupes, esto se lipia con un poco de agua y jabón.– Sin duda lachica era muy diferente a la bruja, viese sido ella y me termina de echar a mi el café que quede, un momento, ¿Tienes que estar comparándolas?.–El gusto es mío, Georgina Patterns pero me dicen Gina. – Dijo estrechando mi mano.
— Que tal si te acompaño al lavadero que hay en la esquina así puedes limpiar tu blusa, y me cuentas que haces en el hospital,¿qué dices?
— Claro, vamos.– Dijo siguiendome.
— ¿Y que me cuentas?,¿Que te trae por el hospital?
— Pues mi papá tiene cáncer.
— Oh lo siento mucho.
— No hay problema, creci con mis padres viajando o mejor dicho viviendo en los hospitales, y ya estoy acostumbrada, mi mamá murió días después que cumplí los quince y mi papá se quedo a cargo de mi, ya pronto lo veremos partir, no esta de lo mejor que digamos y el doctor no da esperanzas.
— Pies ya tienes aquí a alguien con quien puedes desahogarte, me agradas.
—¿Gracias?– Dijo riendo lo que termino contagiandome.–¿Y tu que haces aquí?
— Mi cuñada esta con un virus y hoy yo me quedaré y cuidare de ella hasta mañana junto con mi otra cuñada.
— Oh, que se mejore pronto.
— ¿Y que estudias o trabajas? ¿Edad? ¿Gustos?. Si soy un poco preguntón.
— Sabes tu también me agradas. Trabajo en un periódico de farándulas, tengo 24, me encantan los colores y el paracaidismo tanto como ir al gym, ahora quiero que me respondas todo lo que me preguntaste, también te lo iba a preguntar pero te me adelantaste.
— Estudie contabilidad y administración, de empresa, heredere un banco y junto con mis dos hermanos somos los propietarios, me gustan los animales y el gym, y tengo 27 ya ando en edad.
— Así que todo un matemático, soy alérgica a los perros, y si estas todo guapetón ¿como que estas en edad?
— Si tu lo dices, es porque si. ya llegamos.¿Q...qué haces?– Pregunte un poco desconcertado al verla quitarse la blusa quedando solo en sostén.
— Necesito limpiar la blusa y para eso tengo que quitármela no crees. No me digas que nunca haz visto a una chica en sostén, además me inspiras confianza y dudo que seas un violador serial.– respondió frunciendo el ceño.
— Si pero, cualquier que pase te puede ver.
— Ya casi termino.– Esa mujer si que tenia un cuerpo esculturar, pero nunca igual que el de Andrea, ¿por que razon tenia que estar comparando a Andrea con Gina?– Ta estoy lista, mira ni se nota.
— Que bueno, me hubiese sentido culpable.
— Tengo toda la noche sin nada que hacer, podemos quedarnos charlando ¿que dices?
— Pues vamos.–dije agarrando una de sus manos y guiándola hacia la sala de espera donde se encontraba Andrea.
— ¿Que números es la habitación de tu cuñada?
— 210.
— ¡Qué felicidad, la de mi padre es la 213!
— Tenemos toda una noche para charlar.– Fuimos hasta la sala de espera, ahí estaba Andrea en su móvil, y desde que me vio llegar se levantó del sofá.— Ven te presentaré a alguien, le susurre al oído.
— Pensé que te habías desaparecido. – Dijo la bruja sacando su lado amargado.
— Andrea, te presento a Georgina, Gina te presento a Andrea mi cuñada.
— Mucho gusto.– Dijo Gina extendiéndole la mano a Andrea, Pero Andrea no se la acepto. Esto se estaba poniendo incómodo.
— Ella es así de amargada, pero no te molestes pasaremos toda la noche hablando.-- Y pude notar la cara de Andrea, enojada...¿Celosa? No ya era que me estaba haciendo alucinaciones.
