Capítulo 27

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P.O.V Samuel.

- Miley, ¿Ya le llego el encargo a la señorita Andrea?

- Si, ya todo esta enviado.

-.Muchas gracias, se puede retirar.

-Con su permiso señor.- Dijo mi secretaria saliendo de la oficina.

Hoy desde temprano había sido un día agotador, pero no quería que Andrea pensara que me había olvidado de ella, asi que le envié un arreglo de flores, como todavía no se cuales son sus preferidas, mande a encargar varios arreglos de diferentes tipos, espero que no haya sido excesivo.

- Señor, tiene una llamada. - Dijo Miley por el intercomunicador.

- Pasela por favor.

-¡SAMUEL! ¿Cómo se te ocurre envierme cuarenta arreglos florales? La casa parece una floristería.- Dijo Andrea ¿alterada? Al otro lado del teléfono.

- Es que no sabia cuales eran tus favoritas, pero no puedes negar que te gustaron.

- Está bien no lo niego, pero ¿en serio? ¿40 ramos de flores?

- Vales mas que eso, además sirvió como disculpas ¿no?

- Ya te había disculpado, y no te interrumpó mas, gracias por las flores.

-.De nada princesa, oye ¿que tal si te invito a almorzar?

- Acepto con una condición, Samuel.

- Lo que usted diga.- Dije haciéndome el galán.

- ¡QUE VAYAMOS A COMER A HAMBURGUESAS!

-¿Eso es almuerzo?

- Una hamburguesa al año no hace daño, lo tomas o lo dejas.

- Por nada del mundo me pierdo ir a comer hamburguesas contigo.¿Vamos a MacDonald's?

- Odio MacDonald's. Lo dejo a tu elección príncipe, pasame a buscar. - Y sin mas corto la comunicación.

Gracias a Dios ya nuestra amistad está volviendo hacer la misma de antes y me encanta. Tendría que pensar a donde la llevaría pero antes terminaría el trabajo.

P.O.V Andrea.

¿40 arreglos de flores? Samuel está loco y asi es que me encanta, eso si no me salve de las interrogación de toda la familiar y aunque Irina y Sofia saben de mi amistad con Samuel, hicieron un gran interrogatorio. Habíamos quedado de almorzar y lo mejor seria que no iba hacer en un lugar lujoso, aproveche al máximo todo el tiempo, organice los papeles del rancho ya que señor Leonardo seguía de viaje, tenia mas de una semana y mamá seguía sin importarle, me arregle y como no iríamos a un restaurante común como al que estamos acostumbrados.

Opté por algo informal. Pantalones ajustados y una camisa leñadora encima de una franela negra, conjuntos con unos tenis converse que Irina me había regalado en mi último cumple años, ella siempre afirmaba que nunca me los pondría ya que amaba mis botas y en parte era cierto, pero siempre hay una primera vez para todo.

Ya eran las 12:30 pm y Samuel nada de llegar, solo faltaba que me dejara plantada, aunque sabia que Samuel no era ese tipo de personas quien sabe si se quería vengar de mi por la vez pasada con lo de Máx y gracias a Dios el estaba fuera del país me había enterado solo porque el m había dejado un e-mail pidiemdome disculpas, y mal contadas eran unas diez veces que se disculpó. Por una parte me daba pena, pero tenia que saber que jamás en su vida tiene que besarme sin mi consentimiento.

»Pero Samuel bien que puede, ¿Eh?

Dijo mi traicionero subconsciente.

ÁmameWhere stories live. Discover now