Capítulo 24.

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P.O.V Samuel.

Bastante rápido transcurrió la semana, hoy ya era viernes y saldría con Andrea a comer helados. En cuanto a la junta de ayer, todo fue correctamente y en gran parte los avances que está teniendo la empresa es gracias a los inversionistas. Así que junto con Flavio y Arturo decidimos dejar tal y como estaba el aporte de los inversionistas hacia el banco.

Eran casi las dos de la tarde y todavía me faltaba organizar unos papeles en orden alfabético, decir que estaba cansado era poco y para destacar ya me había volado el almuerzo. Todo lo estaba haciendo para poder tener la tarde libre y así estar con Andrea y quien sabe si después de comer helados podríamos ir a un parque de atracciones o cualquier cosa que ella quisiera.

Terminé lo mas rápido posible y en eso de las 2:30 ya estaba rumbo al rancho Alcázar para poder cambiarme de ropa y darme un buen baño.

- ¡Samuel! - Dijo Sole, deteniendome al ver que subía muy rápido las escaleras.- ¿Por que tanta rapidez?

- Hola Sole.- Dije dándole un beso en la mejilla- Ando un poco tarde, saldré con Andrea.

- ¿Algo asi como una cita?

- Se podría decir que si, aunque solo sera una salida de amigos. Iremos por helados.

- Bueno pues si eso dices esta bien. Y ya ve que se te hace lo tarde.-Dijo alentándome para que me fuese a preparar.

Continué subiendo las escaleras y después de darme una ducha de unos quince minutos, opté por unos jeans holgados, una camiseta blanca y mis Nike favoritos. Estaba informal pero a la vez cómodo y decente.

Baje rápido las escaleras y cogí las llaves del auto y me fui directo a la heladería la cual quedaba a unos 15 minutos del Rancho. Llegaba cinco minutos de retraso y espero que Andrea no este desesperada por mi retraso y para mi sorpresa, al llegara la heladería no había ni luces de Andrea, algo muy raro ya que ella es muy puntual.

- Disculpe, mesero.- Dije llamando al muchacho de unos veinte años que limpiaba la mesa a mi derecha.

- Si, señor. ¿Ya hará su pedido?

- No, pero gracias. Solo quería saber si había visto a una chica alta, de pelo negro, unos hermosos ojos marones - Dije describiendo a Andrea, mientras el negaba con la cabeza.- ¿Esta seguro que no la ha visto?

- No señor y con su permiso.-.Dijo volviendo a limpiar la mesa de antes.

Ya eran casi las tres y Andrea nada de aparecer ya no se si estaba enojado o preocupado. Espero que no se haya ido con el inepto de Máx, ya que el tambien la había invitado a salir.

Ya me iba a ir eran las 3:30, tenia que dar por hecho que Andrea me había dejado plantado.

-¡Señor, señor! -Dijo el mismo mesero de cuando llegue.

- ¿Si muchacho? - Dije terminando de pararme.

- ¿Aquella no es la chica que usted había descrito?- Dijo señalándome a Andrea.

Y de pronto cuando la vi, se estaba besando con Máx en mi propia cara, por decirlo así. No me quedaría a ver el espectáculo sin duda soy un estúpido.

- No, esa no es. Gracias por todo.- Dije despidiendo me rápidamente del mesero y tratando de aguantar toda esa impotencia que sentía en eses momento.

Me fui casi corriendo al auto al entrar, prendí el motor y evitando llorar, conduje lo mas rápido que pude hacia al rancho.

- Eres un gran estúpido Samuel, y creyendo que ella sentía algo por ti. No, es que sin duda eres estúpido, y para colmo pensando que ella era tu mejor amiga y ella jugando contigo.- Dije entrecortadamente, mientras unas traicioneras lágrimas salían.

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