Capítulo 2.

1.2K 167 36
                                    

Llegué a la sala del trono completamente relajado, mire a mi padre enarcando una ceja y cruzándome de brazos —¿Y bien? Puedes empezar con tu sermón, te escucho– mi padre soltó un gruñindo —Eres un descarado, Paul. Te he encontrado acostándote con un hombre nuevamente y cínicamente lo admites ¡No entiendo que estoy pagando!– reí por lo bajo ante la expresión de mi padre —No estas pagando nada, solo estaba divirtiéndome un rato–

   —¡Estabas pecando, Paul! ¿Que clase de príncipe eres?– mi padre se veía furioso, tenia toda la cara completamente roja, lo que le daba el aspecto de explotar en cualquier momento —Soy el único príncipe de por aquí, por si no lo recuerdas. Así que no es justo que no pueda divertirme como yo quiero– mi padre se puso de pie, parecía querer golpearme, pero se detuvo —¡Debes de ser castigado como mereces!–

    Reí fuertemente —¿Ah si? ¿Y que vas a hacerme? ¿Mandarme a azotar?– mi padre pareció tensarse aún más, sonreí satisfecho de haberle podido ganar nuevamente una pelea y me di la vuelta para poder volver a mi habitación —Te voy a quitar del trono– dijo de pronto mi padre, haciéndome parar en seco. Me giré bruscamente y lo miré amenazadoramente —¿Y a quien pretendes poner en el trono? Te recuerdo que tu adorado Mike es un traidor. Soy lo único que le queda a este miserable reino–

   Mi hermano menor, Mike, nos había traicionado hace dos años, se había enamorado de una rebelde y había conducido a un grupo de campesinos a la revuelta, así que mi padre no tuvo más opción que desterrarlo. —No, no eres el único que puede gobernar– dijo mi padre pasados unos momentos, sentí como si alguien me lanzara un balde de agua fría de pronto —¿Q-que?– sentía como todo en mi temblaba a causa de la cólera o quizá por el terror de pensar en la posibilidad de que existiera alguien más que pudiera quitarme el trono.

    —Como lo escuchas, cuando lo encuentre lo prepararemos para ser rey. Este reino merece a un rey digno de él, y no solo a un príncipe pecador– ahora fue mi padre el que sonrió, orgulloso de haberme podido ganar —¿Y cual es el nombre de nuestro salvador, padre?– pregunté irónicamente —Eso no te incumbe, vete de aquí, eres una deshonra– apreté los puños, furioso —¡Puede que lo sea, pero soy el único que puede tomar esa silla! ¡No intentes engañarme al decirme que existe alguien más, he estudiado nuestro árbol genealógico desde que tengo cinco años y sé que no existe nadie con sangre real que no sea yo!–

    —Eso es porque su nombre no está en nuestro árbol, el nombre de sus abuelos fue borrado por traición, pero ese chico existe, y tiene más derecho a gobernar que tu ¡Es dos años mayor que tu! ¡Ahora vete!– intenté reprimir mis ganas de seguir discutiendo contra mi padre y me di la vuelta, completamente furioso. Quería creer que me estaba mintiendo para darme una especie de lección estúpida.

   Llegue a mi habitación, que ahora lucía mas ordenada, y me tumbe en la cama. Nunca nadie me había dicho que habían mas traidores en la familia —Seguro es una mala broma, mi padre no podría poner en el trono al nieto de un traidor– me dije a mi mismo, para poder conciliar el sueño.
    Me removí incómodamente en mi cama, pensando una y otra vez en ese estúpido chico, lo que había dicho mi padre no era una idea tan loca, quizá si existiera ese idiota y ahora me había quedado sin trono —Bueno, si es que existe debo de quitarlo de mi camino, como lo hice con Mike– susurré, recordando perfectamente el día en que le presenté a la rebelde a Mike; le había pagado a la chica para que sedujera a Mike hasta enamorarlo y convencerlo de dirigir una revuelta, y de como había aconsejado a mi padre acerca de matarlo, aunque no me hizo caso y solo le dio un estúpido destierro —Si es que existes, no deberías de atreverte a pisar este castillo, si no quieres terminar muerto– le dije al aire, como si pudiera mandarle el mensaje al infeliz ese.

With a little luck. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora