With a little luck. [McLennon]

Capítulo 12.

Una buena parte de la mañana se nos pasó con el sastre, ya que tuvo que diseñar el traje de John desde cero, mi padre le había pedido explícitamente que le diseñara algo que le diera el más alto toque de realeza, aunque a decir verdad cualquier apariencia que pudiera dar John era opacada por su carácter, que denotaba que era un campesino desde que decía una sola palabra. 

    Después de asegurarnos de que nuestros atuendos estarían listos para el baile por mi cumpleaños, que sería dentro de 3 días, salimos en dirección a casa de George. Era increíblemente molesto llevar a John pegado a mi como mosca, pero al menos ya había dejado de hacer bromas tontas acerca de mi accidente por la mañana. -Oye enano ¿La casa de tu amigo está muy lejos? Ya me duele el trasero- sonreí inconscientemente, quizá John fuera un completo idiota, pero era muy divertido -No me digas enano, soy igual de alto que tú, insolente panadero- contesté altaneramente. 

Quizá John fuera muy guapo y divertido, pero sin duda no iba a dejar que me agradara. 

    -Bueno, insolente príncipe ¿Está o no lejos la casa de tu amigo?- preguntó de nuevo, a decir verdad había tomado el camino por el bosque, que era mucho más largo, para molestar a John -No demasiado, aún nos hace falta media hora- contesté, haciendo que John resoplara -Bien, si quieres llegar pronto...- le di un pequeño golpe a mi caballo con la fusta y este de inmediato comenzó a correr velozmente por el bosque. A lo lejos logré escuchar como John me gritaba que regresara, seguido de el galope de su caballo. 

   John y su caballo, al que había bautizado como Aquiles, nos alcanzaron en cuestión de minutos -¿Que te parece una carrera de caballos, príncipe?- preguntó John con la respiración un poco acelerada, siguiéndome el paso -Te informo que no hay caballo que corra más rápido que Azufre- contesté, dándole otro golpe a Azufre, que aceleró el paso aún más. Escuchaba como las ramas crujían bajo el peso de Aquiles y John, que nos seguían de muy cerca. -¡Vamos, enséñale a ese pueblerino como se hace!- le dije a Azufre, que comenzó a correr tan rápido que por poco me hace caer. 

    -¡Eres un tramposo, Paul!- gritó John desde lejos, a pesar de que no me había girado para ver a que distancia se encontraba de mi, sabía que lo estábamos dejando atrás. Fue inevitable comenzar a reír frenéticamente, mientras sentía la adrenalina correr por mis venas, tenía demasiados años que no corría con Azufre de esta forma -¡Vamos, Aquiles!- escuché gritar a John, que cada vez sonaba mas distante. Aceleré el paso aún más, hasta que la casa de George comenzó a hacerse visible a través de los árboles; sabía que ya había ganado la carrera. 

    Me giré para comenzar a burlarme de John, pero este ya no se veía a la distancia. Frené mi caballo y lo obligué a dar la vuelta -¡John!- grité, ligeramente preocupado, ya que John no sabía el camino hacia la casa de George. Esperé un momento, debatiéndome acerca de si dejar a John a su suerte en el bosque y deshacerme de él, o volver y buscarlo. -Maldito inútil- susurré, y a pesar de que sabía que me arrepentiría más tarde, me volví a internar en el bosque. 

    Volví por el camino que había tomado, gritando de vez en cuando el nombre de John, hasta que escuché claramente su voz por entre los árboles -¡Ya les he dicho que lo dejen en paz!- gritó John -Tu no eres nadie para darnos órdenes, inútil- rugió un hombre, del que no reconocí la voz, y comencé a dirigirme hacia donde salían las voces -Claro que soy alguien ¿No se han enterado?- di vuelta en un arbusto y logré ver la escena, eran dos guardias que amenazaban a John con sus espadas, mientras que un pequeño niño estaba escondido detrás de este último. 

    -Seguro, y yo soy el rey- contestó irónicamente un guardia -Devuelve a ese pequeño ladrón para que pague por sus crímenes y olvidaremos tu insolencia- dijo el segundo guardia, acercando más su espada al cuello de John -¡Robar un pedazo de pan para sus hermanos no es ningún crímen!- gritó John -¿Que se supone que está pasando aquí?- bajé de mi caballo y miré a los dos guardias, que se pusieron tan rígidos como estatuas. 

   -Señor, este insolente está intentando dejar escapar a un pequeño delincuente- me informó el guardia que tenía más cerca -Ese insolente es de la familia real, y un invitado del rey, así que bajen las espadas o los mandaré a colgar- contesté con fastidio; ambos guardias retiraron las espadas del cuello de John de inmediato -Ahora esfúmense- ordené -P-pero señor... ese niño es un ladrón- 

   -Ya me encargaré de él, ahora largo, par de inútiles- ambos guardias me miraron un momento, como si quisieran comprobar que de verdad era yo, y se dieron la vuelta, subieron a sus caballos y se fueron galopando -¿De verdad te detuviste para ayudar a este niño?- le pregunté fastidiado a John, que intentaba consolar al niño -Si, me detuve para ayudar a un niño- contestó John decididamente, haciéndome saltar el corazón, como si lo que acabara de decir fuera un discurso alentador para una sangrienta guerra. 

   -¿Quieres venir conmigo al castillo del rey? Estoy seguro que podemos darte una canasta de comida para tu familia- le dijo John al niño, al que de inmediato se le iluminaron los ojos y asintió frenéticamente -Espera... ¿Vas a llevar a ese niño al castillo para que nos robe comida?- pregunté, visiblemente molesto -No les va a robar nada, creo que la cocina tiene suficiente comida como para que tu padre note que hacen falta uno o dos panes- John cargó al niño y lo subió a su caballo -Estas loco, pedazo de inútil- contesté, cruzándome de brazos -Puede que lo este, pero tu también me haz ayudado a evitar que le abrieran la espalda a este niño- John montó su caballo con una sorprendente agilidad y me miró una vez más, sonrió, y salió galopando en dirección al castillo. 

    Bueno, John es guapo, divertido, y noble, pero no le tomaré cariño. Ahora borra esa estúpida sonrisa de tu rostro, Paul. 

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¿No les ha pasado que le prestan su computadora a su mamá y termina viendo algo que no debía de ver? Bueno, mi mamá vio esta foto

Me dijo que le explicara que era eso, y le dije "Hum, bueno, tu sabes, dos hombres" ella me miró bien seria y me dijo "¿No son John y Paul?" (Nótese que ya los reconoce) y me quedé en plan demonios, estoy muerta xd y contestó "Siempre supe que Paul era la pasiva" y se empezó a reír. 

Naik por el final inesperado xd 

La lección de este día ha sido: Nunca dejes el porno en lugares donde los puedan encontrar.