Capítulo 41.

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Los siguientes cuatro días fueron tan lentos y aburridos que me hicieron desear estar muerto, y aún faltaba una semana para que John volviera. Ringo y George no se separaban ni un instante, así que en los entrenamientos de la tropa siempre tenía que ver como se sonreían y se guiñaban el ojo, además de que hacían sus propios chistes acerca de lo que harían por la noche. 

    Había creado una especie de rutina para no aburrirme durante el día, despertaba, charlaba un poco con Cynthia, que siempre me daba las noticias más importantes del día y alguna información de como la estaba pasando John en Escocia. Después Ringo y George iban a mi habitación a desayunar conmigo y Cynthia, que se quedaba a platicar con nosotros mientras nos servía el desayuno. 

    Después de eso los tres nos íbamos a los entrenamientos de las tropas, donde pasábamos toda la mañana, hasta que fuera la hora del té, donde teníamos que regresar al castillo a saludar a los nobles que iban llegando de tierras lejanas para presenciar mi boda. Con tantos nobles alojándose en el castillo, todos los sirvientes iban de un lado a otro, complaciéndolos, lo que hacía que el castillo siempre estuviera en movimiento. 

    Casi nunca veía a Jane, si lo hacía era durante la cena, donde forzosamente tenía que sentarme al lado de ella a responder las preguntas acerca de los preparativos de la boda, en el cual yo no estaba involucrado, así que tenía que escuchar todo el dinero que Jane estaba gastando para crear la boda de sus sueños. Todo parecía bastante irreal, en mi mente aún no podía aceptar que me casaría, era como un sueño muy lejano... hasta que llegó el día. 

    Cynthia me había despertado mucho más temprano de lo acostumbrado, haciendo que me sobresaltara por su tono de emoción, al creer que milagrosamente John había vuelto, pero en su lugar me encontré con ella, completamente impaciente, sosteniendo algo que parecían ser unas cortinas negras. -¿Qué demonios es eso, Cyn?- pregunté desperezándome -El traje que señorita zanahoria perfecta preparó para la boda, muévete, Paul, ya vas tarde- 

   ¡La boda! ¡Hoy era la boda! Fue como recibir una cachetada. Cynthia me sacó de la cama a empujones y siguió empujándome hacia el baño, por un pasillo que lucía demasiado vacío. Quizá todos los invitados ya estaban preparándose para la boda. Mi amiga me obligó a entrar al baño y comenzó a ayudarme a quitarme la pijama, hasta que le insistí que yo podría hacerlo solo, y esta salió refunfuñando diciendo que debería de darme prisa. 

    No tenía ganas de salir del baño, y no era precisamente porque el agua estuviera caliente, si no por el miedo que sentía al saber que tendría que casarme. Podría haberme quedado todo el día ahí, si no fuera porque Cynthia comenzó a tocar la puerta insistentemente, gritándome que debería de apresurarme. Finalmente terminé por rendirme en cuanto esta comenzó a amenazarme con entrar a la habitación. 

    Salí del baño con una bata colocada, y Cynthia ya me estaba esperando ahí -¡¿Por qué demonios te tardaste tanto?! ¡Rápido! Aún tienes que vestirte, y esa armadura se ve imposible- Cynthia me tomó de la mano y de inmediato echó a correr en dirección a mi habitación, conmigo detrás, dando pasos torpes. 

   -¡Paul! ¡Ya es tarde!- exclamó Ringo, que estaba en la habitación junto con George, ambos lucían ropa bastante limpia y fina, junto con una capa que arrastraba ligeramente hasta el suelo. -¡Muévete! Vístete ya- exigió George, quitándome la bata, haciendo que me sonrojara inmediatamente -¡George! ¡Cynthia está viendo!- grité, tapando mi entrepierna -No te preocupes, no me interesa verte- contestó, pasandome la ropa interior. 

    Me la coloqué rápidamente y esta me tendió la mano con algo que parecían ser unas mallas horribles y grises. Miré la ropa con un poco de asco y me la coloqué, seguido de una camisa negra y mis botas cafés. Entre George, Ringo y Cynthia comenzaron a ayudarme a colocarme una armadura de plata perfectamente pulida y a mi medida. 

   Tardaron aproximadamente media hora en lograr colocar todas las partes donde iban, y a pesar de que sospechaba que sería terriblemente incómodo llevarla, era muy cómoda, y a decir verdad me hacía ver increíble. Finalmente Cynthia me ató una capa roja y me peinó rápidamente. Los tres me miraron con una sonrisa de satisfacción una vez que estuve listo. 

    -Sé que no quieres casarte, pero sinceramente te ves increíble- me elogió George. Sonreí nerviosamente y George, Ringo y yo salimos en dirección a la pequeña capilla que Jane había mandado a colocar en los jardínes. -¿No vienes?- le pregunté a Cynthia antes de salir de la habitación -No, no puedo asistir. Estaré sirviendo las bebidas, si me necesitas- esta me sonrió tímidamente -Y por cierto, buena suerte- 

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¡Chan! ¡Chan! ¡Chan! 

Ya mero llegamos al final, amiguitos :v solo faltan 3218782346 capítulos más. No, no es cierto, según yo solo faltan entre 10 o 15. 

Mi meta es terminar esta historia antes de que tenga que entrar a la escuela, así que estaré actualizando mucho para acabar la historia en menos de una semana. UuU

Ahora cuéntenme ¿Como creen que terminará?

With a little luck. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora