Capítulo 18.

950 134 57
                                    

Estaba tan feliz que podría cantar, me sentía poderoso, como si fuera un Dios. 

¡Le gusto a John! 

Tenía una sonrisa estúpida grabada en el rostro, tenía ganas de reír hasta que el estómago me doliera. Pero todo eso se esfumó tan rápido como vino; volví a levantar la vista para apreciar porque todo de pronto se había silenciado, y para mi horror noté como Cynthia sujetaba a John de las mejillas, mientras se besaban. 

    Sin pensar lo que hacía me puse de pie y me acerqué a ellos -¡¿Qué se supone que están haciendo?!- grité, haciendo que ambos se separan de un brinco. De inmediato Cynthia se puso pálida como la cera y pareció enmudecer -¡Te dije que no quería que volvieras a estar con ella!- John parecía sorprendido, tenía la boca ligeramente entreabierta y los ojos como platos, si hubiera estado en otra situación me hubiera reído por sus expresiones, pero ahora lo único que quería hacer era matar a Cynthia. 

    -P-príncipe, lo lamento- se disculpó la chica -¡No lo lamentes! ¡Largo de aquí o me encargaré de matarte con mis propias manos!-  La chica miró un momento a John y después de eso salió corriendo a toda velocidad en dirección al castillo. 

    -¿Qué escuchaste, Paul?- fue lo primero que preguntó John, después de salir de su trance -¡Lo escuché todo! ¡Y eres un sucio traidor, Lennon!- estaba furioso, tenía ganas de golpear algo hasta que los nudillos me sangraran -¿Por qué me llamas así?- preguntó John, que ahora lucía igual de molesto que yo -¡Se supone que te gusto pero te besas con esa sucia sirvienta a la primera oportunidad! ¡Ni pensar en que estaba considerando aceptarte!- 

    John sonrió ante mi última declaración, con lo que entendí que había hablado de más -¿Entonces también te gusto?- preguntó John radiante de alegría, como yo hace unos momentos -¡No te lo diré, campesino!- grité furioso, me di la vuelta, dispuesto a volver al baile para poner celoso a John con Jane. 

    Pero no lo logré. 

   Antes de siquiera dar un paso sentí como los brazos de John me rodeaban y me levantaban del suelo, para comenzar a arrastrarme hasta el interior del establo, por más que pataleaba y luchaba para que John me soltara este parecía dispuesto a no dejarme escapar. 

    Una vez dentro del establo me bajó al fango y me colocó entre una pared de madera y sus brazos, haciendo que mis piernas comenzaran a temblar por los nervios -No te dejaré ir hasta que me contestes, Paul- me amenazó John, colocando su cabeza muy cerca de mi. Aunque mi instinto me hubiera dicho que saliera corriendo lo más rápido que pudiera no lo hubiera logrado, el efecto que tenía John sobre mi me había inmovilizado. 

    -Y-y-yo no t-tengo p-porque obedecerte- contesté, haciendo reír a John. -De acuerdo, entonces probaremos métodos más efectivos- John deslizó una de sus manos por mi pecho hasta bajar a mis pantalones, donde comenzó a acariciar alrededor de mi entrepierna. Tenía unas inmensas ganas de gemir, pero me obligué a morderme la lengua y evitar a toda costa hacer cualquier movimiento. 

   John colocó su mano sobre mi entrepierna, haciendo que quisiera caerme ahí mismo y dejar que continuara haciéndolo, pero mi orgullo era más grande -S-suéltame, c-c-campesino- John estaba tranzando círculos sobre mi pantalón mientras que yo sentía como una corriente eléctrica pasaba sobre todo mi cuerpo y terminaba desbocando en mi entrepierna. 

   -Eres resistente, niño, pero si de verdad no quisieras ya te hubieras quitado- susurró John en mi oído. Miré a ambos lados de mi cuerpo, y sus manos ya no estaban aprisionándome. Él tenía razón, si yo no quisiera podría haberme movido. John notó mi confusión y retiró su mano de mi entrepierna, mientras me miraba con su estúpida y sensual sonrisa arrogante. Se abalanzó contra mi y sin que yo lo notara, sin siquiera haberme dado cuenta de lo que había pasado, su boca se encontró con la mía. 

    Durante unos instantes no supe que debía de hacer, era como si estuviera dando mi primer beso. Cerré los ojos y seguí mis instintos, pasé mis manos alrededor del cuello de John y lo atraje más hacia mi, al mismo tiempo que este colocaba sus manos en mi cintura, sentía sus labios moverse sobre los míos, en un beso demasiado lento, con el que pude explorar cada centímetro de los labios de John. Ambos nos separamos pasados unos segundos, e incluso entre la oscuridad del establo pude ver la sonrisa de John -Creo que ya tengo mi respuesta- 

With a little luck. [McLennon]Where stories live. Discover now