Capitulo 37

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Ha pasado una semana desde lo de la víbora, yo volví a dormir en mi habitación, estaba almorzando con Leo y mire a Verónica ella miro que estábamos juntos y se fue.

Leo aún estaba alerta por si veía a Verónica le pediría explicaciones, después de lo de la víbora investigamos para saber si fue ella y en conclusión fue la única que se acercó a mi habitación ese día.

Leo y yo íbamos a mi habitación a traer un libro para la clase de química, pero algo en mi interior me decía que no fuera, llámenlo presentimiento.
- Leo tengo miedo, Verónica está loca enserio, hasta he llegado a reconsiderar que debemos terminar, con tal de que no te haga daño.
- Lo dices por la cuchilla que encontré en mi dormitorio.


Ayer Leo encontró una cuchilla en su cama, además Verónica le ha mandado presentes como cartas de amor, lociones y muchas cosas.
Pero lo de la cuchilla fue demasiado y hoy si les confieso que Verónica enserio necesita ayuda profesional.

Cuando llegamos al pasillo sentí un escalofrió, luego con Leo vimos nuestras puertas llenas de pintura roja,
- Vez lo que te digo, ya no puedo con esto, enserio Leo, no quiero que nos pase nada malo, Verónica es peligrosa, estos días han sido raros, tenemos que estar alertas por si nos pasa algo no puedo vivir así para siempre, dije histérica.
- Ros, cálmate, ahora mismo terminaremos con esto, vamos, me tomo de la mano.
- ella está loca Leo, no!!!
De repente por el pasillo apareció Verónica se dirigía a nosotros con una mirada llena de ira, una mirada perdida y fría.

- que bien que están juntos, la idea era que solo jugaría con Ros, tengo tantas ganas de usar este nuevo juguete. Verónica saco una pistola y nos apuntó.
- Verónica cálmate, arreglemos las cosas como la gente civilizada, le dijo Leo tratando de tranquilizar la situación.
- No, Leo matare a Ros porque robo algo que es mío y luego a ti por idiota cómo pudiste enamorarte de ella, yo te amo, siempre he hecho todo para que te des cuenta de mis sentimientos Leo, dijo Verónica llorando.
- Verónica no lo hagas, no manches tus manos de sangre, porque lo haces, si Leo te ha demostrado que no te ama, le dije tratando de entender su comportamiento.
- no, no soporto la competencia, yo consigo lo que quiero a como dé lugar, mira con mi herencia, con tal de que fuera mía mate a mi hermano de 12 años, mientras jugábamos lo tire a un pozo, mis padres aún creen que murió de un paro cardiaco y accidentalmente cayo al pozo, pero saben que fui yo por eso me mantienen alejada de ellos y me tienen internada en este lugar de mierda, eso es lo que callan en mi familia que su propia hija mato a su hermano, te imaginas el escandalo social que se armaría, dicen que sufro bipolaridad pero yo estoy bien claro que lo estoy, dijo Verónica rio sínicamente.
- Verónica te puedes hacer daño con eso, dame la pistola, Leo se movió y Verónica disparo al techo,
- Te mueves y mato a tu amada Leo.
Erick e Ivi venían y al ver lo que pasaba.
Ivi se fue y Erick se acercó despacio Verónica no lo podía ver, ya que Erick se acercaba por detrás de ella - Verónica eres mala y cruel cómo pudiste matar a tu propio hermano, le dije muy sentimental, no podía creer como hizo eso
- créeme que, no me arrepiento de nada, dijo muy serena.
- Verónica nunca te creí capaz de matar, no sabes cuánto agradezco no haber caído en tus redes, dijo Leo tomando mi mano.

Erick la tomo desprevenida del brazo donde tenía la pistola, Leo y yo tratamos de ayudar todos tratando de quitarle el arma pero, esta se disparó, todo el ambiente entre nosotros cuatro se volvió frio y nos abarco el silencio...

Juntos para SiempreWhere stories live. Discover now