♚Reyes y Peones♔ #RP1

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Aparco frente a la fiesta.

¡Mi primera fiesta como universitaria!

Observo fascinada el jardín de la casa que hay ante mí. La parte delantera está llena de gente ebria que se tambalea, baila mientras se restriega contra otros y se besan. Sonrío maliciosamente, estoy deseando formar parte de esa gente.

Me ajusto el escote del vestido antes de salir y me paso los dedos por el pelo para intentar peinarlo, nerviosa, algo de lo que mi mejor amigo, Niall, se da cuenta y sonríe de lado.

-Estas fiestas siempre están llenas -dice, con la mirada puesta sobre un grupo de borrachos que intenta colar una pelota en un vaso de plástico -Ese vestido te queda increíble pero ten cuidado. La universidad es diferente, no me quisiera pelear con nadie porque se ponga pesado - dice Niall, tan protector como siempre.

Él está cursando el segundo año en la UBA: "Universidad de bellas artes" , y ya ha venido a este tipo de fiestas en numerosas ocasiones.

-Aguafiestas -espeto sin poder evitar sentirme un poco atacada -. Solo es un escote, nada que seguramente cualquiera de ellos no haya visto -abro los brazos en dirección a la fiesta -. Además yo sola sé defenderme perfectamente.

-No lo creo... -se ríe. Las luces de la casa proyectan distintos colores sobre su cara, aunque sigo pudiendo distinguir el millar de pecas que le surca las mejillas y la nariz - Además, aquí hay demasiada gente que conozco, no voy a estar contigo toda la noche -abre la puerta del coche y antes de salir añade -. Te conozco, no te metas en problemas.

-Vale papá. -me burlo y él pone los ojos en blanco.

Salimos del coche y lo primero que noto es una agradable brisa que me revuelve el pelo y me refresca. Debido a los nervios mis manos empiezan a sudar y ahora me veo obligada a secarlas en mi vestido cada cinco minutos. La música también se escucha más claramente, aunque lo único que soy capaz de distinguir desde aquí son las vibraciones del bajo retumbándome en el pecho. Avanzamos hacia la casa, yo un poco vergonzosa y Niall tan tranquilo y feliz que parece que aquel fuera su propio hogar. Parece que en cualquier momento todo pueda venirse abajo, pues toda la construcción vibra al ritmo de una canción de rock que creo reconocer.

A penas doy dos pasos sobre el empedrado camino cuando me choco contra un tipo ebrio que tira su vaso de alcohol al césped.

-¡Eh, mira por donde vas! -le grito y el chico se gira con una expresión de furia que, al recorrer mi cara, pronto cambia por una dulce sonrisa. Noto que me está mirando el escote, ahora comprendo por qué Niall mencionó que había muchos pesados, por lo que chasqueo los dedos delante de mi cara- Mis ojos están aquí. Tienes que tener más cuidado.

-Lo tendré la próxima vez- y sin previo aviso se acerca y, para mi sorpresa, me toma la mano derecha y la besa- .Señorita, mi nombre es Dave, Dave Walk.

Echo una mirada de reojo a Niall, esperando encontrarle con una sonrisa sarcástica por la forma tan peculiar que ha tenido de presentarse, pero no parece percatarse de ello porque tiene la vista clavada sobre Dave, y no parece contento.

Pienso en ese nombre, incluso para el poco tiempo que llevo en la UBA me resulta demasiado familiar... hasta que me doy cuenta de que...¡Oh dios mío, Dave Walk ,el chico más guapo y popular de la universidad!

Al menos eso es lo que he escuchado de las chicas que hablan sobre él en los baños: Que si es guapo, estudioso, amable y no sé cuantas cosas más... Por como hablan de él parece el chico perfecto, aunque Niall no parezca estar de acuerdo.

Ahora que lo tengo delante me fijo en que es innegablemente atractivo. Tiene la piel aceitunada y tersa, una perfecta sonrisa que no ha quitado desde que se ha presentado y unos labios gruesos algo mojados por la bebida. Su ojos color miel son exageradamente bonitos y exóticos; y el pelo negro, más largo por arriba que por los lados, es el típico peinado que todo deportista lleva. Además de que tiene una angulosa cara que derrocha inocencia (aunque después de todos los rumores que he oído por el campus sé que este chico es de todo menos inocente). Juraría que debajo de esa camisa negra que lleva se encuentra un abdomen perfectamente trabajado.