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Me sorprende ver a Trevor en traje, le sienta bien, pero es raro de ver.

La chaqueta negra tapa al completo sus tatuajes y la corbata se le ajusta al cuello.

Está apoyado contra la ventanilla del copiloto mientras se lleva un cigarro a los labios.

Está realmente atractivo, con aires de chico malo pero elegante.

Camino a paso rápido mientras cruzo el césped central intentando no tropezar con los tacones.

Él sonríe al verme y con ese gesto hace que se me olvide su comportamiento tan raro de ayer.

Me acerco casi corriendo y le abrazo, él me aprieta contra su pecho, manteniendo el cigarro apartado de mí con la otra mano.

-Estas guapísimo -digo sin una pizca de sarcasmo -gracias por hacer esto por mí.

-No lo hago gratis -acerca sus labios a mi oreja para susurrar -todavía no te he enseñado cuales son las normas.

Un escalofrío me recorre la espalda y siento curiosidad por saber a que se refiere.

-Tu también estas preciosa -se inclina y me da un rápido beso.

-¡Puaj! -hago una mueca -sabes a tabaco.

Sonríe y apaga el cigarro.

-Lo siento nena -me coloca un mechón detrás de la oreja -será mejor que nos vayamos si no quieres llegar tarde.

Asiento y me meto en el interior del coche.

Llevo puesto un vestido azul ceñido que resalta el color de mis ojos y mi pelo parece mas negro que nunca.

El coche comienza a moverse y siento las mariposas en el estómago.

-¿Qué le vas a decir a mis padres? -pregunto y veo como sonríe.

-No sé ¿qué te parece, "Hola soy Trevor el delincuente juvenil al que su hija ha violado cinco veces"? -enarca una ceja.

-¿Qué yo te he violado? -me río a carcajadas.

-¿Insinúas que he sido yo? Porque no es así, pero siempre puedo parar el coche y hacerlo -su tono es burlón pero se que sería capaz de hacerlo.

-Por mucho que me tiente la idea -digo con tono sarcástico -tenemos una cena pendiente con mis padres.-recalco las dos últimas palabras -enserio ¿qué piensas decir?

-No sé presentarme, aparentar ser normal y que no se me note mucho las ganas que me provocan ese vestido de foll...

-Trevor -le interrumpo en tono autoritario aunque me resulta divertido.

-Solo espero que tu padre no me diga eso de "Si le haces daño, te mato" sería bastante incómodo.

Sonrío al recordar que Trevor nunca antes ha pasado por esto, sí ha tenido novias pero jamás llegó a conocer a sus padres.

Después de dos horas de viaje y llegar a mi ciudad natal le indico la dirección del restaurante.

-Vaya...-dice Trevor cuando el elegante local aparece ante nosotros.

Abro la boca al igual que él.

Mi madre tenía razón, esto es demasiado pijo y caro.

Todo ello está adornado por los colores blanco y negro, hay un florero en cada mesa y cuadros abstractos cuelgan en las paredes.

-Teníamos una reserva a nombre de Brooks -digo adelantándome.

-Por supuesto les están esperando -anuncia la chica con una brillante sonrisa.

Nos acompaña hasta la mesa.

A medida que nos acercamos puedo distinguir el rostro de mis padres, las mariposas en mi estómago parecen un huracán y Trevor debe notarlo porque me coge de la mano.

Cuando apenas quedan dos metros para llegar hasta ellos, se levantan con una gran sonrisa cada uno.

Clavo los ojos en mi padre, un señor alto, moreno y de penetrantes ojos azules que se ocultan tras unas gafas.

Sin poder evitarlo suelto la mano de Trevor y corro hacia mi padre.

-¡Papá! -apoyo la cabeza en su pecho y él me rodea con los brazos -te he echado de menos.

Lo cierto es que no veía a mi padre desde antes de mudarme a la UBA.

-Cariño, que guapa estás -me aparta un poco de él para mirarme mientras yo sonrío como una niña pequeña.

Trevor vuelve a mi memoria y me giro hacia él, está parado a cierta distancia y desde aquí puedo ver que está nervioso.

Le hago un gesto indicándole que venga y me pongo de nuevo a su lado.

-Papá, Mamá, este es Trevor mi...-le miro y sonrío -mi novio.

-Encantado Trevor yo soy Steve -mi padre le estrecha la mano.

-Y yo, bueno...supongo que me recordarás -añade mi madre pero le repite el nombre y avanza para darle dos besos.

-En...encantado -titubea Trevor, le cojo la mano y le doy un suave apretón, jamás le había visto así de nervioso.

-Vamos a sentarnos -digo para intentar relajar la tensión.

Trevor y yo nos colocamos frente a mis padres y parte de mis nervios comienzan a disiparse.

La camarera nos toma nota y mientras esperamos la conversación comienza a fluir.

-Bueno Trevor ¿nos puedes contar el secreto de aguantar a Alex? Porque en dieciocho años aún no hemos podido encontrarlo -mi madre intenta bromear y le lanzo una rápida mirada.

-Lo cierto, es que yo tampoco puedo -Trevor sonríe y me guiña un ojo.

-Oye que os estoy oyendo -advierto y ambos se vuelven a mirarme. -y para vuestra información yo tampoco os soporto.

Mi padre carraspea y detenemos nuestras bromas, junta las manos sobre el mantel y distingo que en una de ellas hay una cicatriz blanca, esta es nueva.

Nunca he llegado a saber el por qué de esas cicatrices. Desde hace años, cada vez que mi padre tiene un viaje de negocios suele venir con una de ellas decorándole la piel. Nunca pensé que ser Agente Inmobiliario fuese tan difícil.

Sube la vista del mantel y posa sus ojos en Trevor.

Sé lo que viene, mi padre sería capaz de sacar un rifle por la ventana para disparar al chico que ha venido a buscar a su niñita a la puerta de casa.

Sonríe y yo me revuelvo incómoda en el sitio, mi madre me mira avergonzada y pongo mis ojos en Trevor.

Prepárate para el interrogatorio.

♚Reyes y Peones♔ #RP1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora