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Trevor

La luz de la luna es lo único que ilumina la habitación. Permanezco tumbado sobre la cama mirando al techo, llevo así desde que llegue de la UBA.

El sábado dejé a Alex en el campus y me dirigí al hospital, estuve en la sala de espera durante al menos dos horas y la mujer de al lado me miraba asustada cada vez que yo maldecía en voz alta. Finalmente el doctor me dejó pasar a la consulta para que no siguiera molestando al resto de personas, pero a mí me pareció bien.

Me cosió la herida de la ceja, dijo que no era profunda pero que las heridas en esa zona sangran mucho.

Después de eso volví a la fraternidad y estuve dando vueltas a la historia que me contó Alex sobre Chris y decidí llamarla. No me lo cogió y la segunda vez tampoco, ni la tercera. Supuse que seguía enfadada así que lo dejé pasar hasta el domingo, pero siguió sin contestar.

Me presenté en la puerta de su habitación y me abrió una Alice adormilada.

-¿Trevor? -se frotó los ojos -¿qué haces aquí? ¿dónde está Alex? -me echó a un lado y sacó la cabeza para mirar por el pasillo.

-¿No está contigo? -dije y comencé a ponerme nervioso.

-No, pensaba que estaba contigo -ambos nos miramos contrariados.

-Entonces...-comencé a decir.

-...¿dónde está Alex? -terminó Alice por mí.

Llamamos a Niall pero tampoco sabía nada de Alex, a Cathy, a Dave e incluso a Gabe.

Nada. Desaparecida.

-Puede que haya vuelto con sus padres -Alice puso una mano en mi hombro e intentó tranquilizarme.

-No lo sé -me tiré del pelo frustrado.

No sé por qué enmascaraba la realidad, sabía perfectamente con quién estaba Alex, pero me negaba admitirlo.

El Domingo por la noche apenas pude dormir, daba vueltas en la cama y me despertaba sobresaltado como si estuviera en una pesadilla.

El lunes no me moví de casa, estuve vagando en pijama todo el día intentando pensar con claridad pero solo conseguí dolor de cabeza.
Alice me llamó diciendo que seguía sin haber rastro de Alex, golpeé con tal fuerza la puerta de mi armario que conseguí romper la puerta y mis nudillos, pero me negué a ir al médico otra vez.

Cathy está preocupada por mí, dice que no como y que apenas me he movido de la cama pero
a pesar de eso, unos enormes círculos negros rodean mis ojos.

Me ha obligado a ducharme y a ir hoy a clases, algo que he hecho sin ningún ánimo.

Al parecer se había extendido el rumor de que Alex y yo habíamos huido fuera de este lugar y del alcance de cualquiera, ojalá fuera eso.

Apenas muestro interés en las clases y me quedo dormido en varias de ellas, no puedo pensar con claridad, la cabeza me lleva doliendo dos días seguidos.

Por qué he sido tan imbécil. Me prometí alejarme de ella pero no lo hice. Todo mi culpa, como siempre.

El miércoles había surgido otro rumor, yo había secuestrado a Alex.
Esto se debe a que varios alumnos vieron mis heridas: nudillos rotos y una ceja partida; además de las enormes ojeras que tenía.

Eso era ridículo yo jamás le haría daño a Alex y se lo hice saber a un alumno que más tarde descubrí que se llamaba Jason.

Estábamos en la cafetería cuando Jason no parada de susurrar cosas y apuntar en mí dirección, me cabreé e hice caso omiso a lo que decía Gabe para tranquilizarme. Cogí al tipo del cuello de la camiseta y lo pegué contra la pared. Sus ojos eran puro miedo, realmente pensaba que yo era peligroso, le amenacé y di un golpe en la pared, justo al lado de su cabeza.

No he vuelto a ver a Jason. Además, eso no hizo más que empeorar el rumor.

El jueves me negué a ir, no podía más. Probé a llamar de nuevo a Alex aún sabiendo que sería inútil, pero lo hice.

Entonces comencé a planear. Estaba cansado de hacerme el débil.

Sabía que habían sido los RP, el Rey me lo advirtió en varias ocasiones pero nunca cumplí sus ordenes, y él odia eso. Mi mente era un torbellino de ideas pero aún así nada servía.

¿Dónde estaba Alex? ¿Seguía en Londres? Quizá la habían llevado a otro país como trata de blancas o incluso para transportar droga. Cuando esa idea cruzó mi mente corrí hacia el baño y comencé a vomitar.

La idea de que obliguen a Alex a hacer eso desgarra algo dentro de mí y me impide pensar con claridad.

Volví a mi cuarto con las ideas menos claras que antes, estuve un rato sacando hipótesis hasta que un nombre surgió en mi cabeza.

Halcón.

Ese cabrón, estaba seguro de que él tenía mucho que ver. Desde el día que drogó a Alex pude ver como la miraba, si la toca un solo pelo...

Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos.

Otra posibilidad era que la estuvieran usando como stripper para ganar dinero, eso lo podría comprobar yendo a Chill.

Intenté pensar sino donde podría estar, pero solo conseguí aturdirme más y quedarme dormido en el escritorio.


Hoy no hay sol, el cielo está nublado y corre una ligera brisa. Con la capucha de la sudadera puesta camino por el césped del parque que hay detrás de la UBA de camino a la fraternidad y comienzo a sentirme mal de nuevo.

Anoche tuve una pesadilla lo sé, pero no puedo recordarla bien. Alex estaba en ella y puede que también Dave.

Algo cruje bajo mi pie y lo retiro antes de romper el objeto por completo.

Se trata de un móvil.

Ruedo el objeto entre mis manos y el corazón se me encoge. Es el de Alex, estoy seguro.

Pruebo a encenderlo pero está sin batería, el corazón me va a mil y salgo corriendo hacia casa para poder confirmar mis sospechas.

Si tengo su móvil tal vez pueda localizarla.

♚Reyes y Peones♔ #RP1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora