♚2♔

10.5K 497 43
                                    

Noto como me baja de sus hombros y me deja delicadamente sobre el césped, gesto que me sorprende debido a que acaba de secuestrarme. La hierba está húmeda y fresca bajo mi piel, hay una ligera brisa otoñal y yo me estremezco de frío y miedo.

Oigo voces que ríen y se susurran cosas. El mundo me da vueltas y comienzo a imaginarme el peor de los escenarios. Apoyo las manos en el césped para impulsarme y salir corriendo, a pesar de no ver nada, pero unas manos me detienen y finalmente mi secuestrador me quita la venda. Parpadeo varias veces y miro a mi alrededor, con el corazón completamente desbocado. Sigo en la fiesta, pero en el jardín trasero y en mitad de un círculo de personas que me miran incrédulas. Entre todas ellas descubro que mi secuestrador no es ni más ni menos que el tipo que me llamó "chica desesperada" en el sofá.

-¡Imbécil! -le grito y él abre los ojos como platos, le he pillado desprevenido -¿A qué ha venido eso?

Él mueve los labios sin decir nada hasta que por fin pronuncia algo:

-¿Me hubieses dejado hacerlo si te lo hubiese pedido? -hay un toque de ironía en su pregunta y eso me enfurece más.

-Está claro que no -gruño y me cruzo de brazos sintiéndome totalmente expuesta.

Mi "secuestrador" se sienta a mi izquierda con total pasividad, como si lo que acabase de hacer fuera de lo más normal.

Observo primero su claro cabello, tan rubio y dorado como el oro, que cae en una cascada de rizos sobre su frente. Bajo a sus ojos, grises como la ceniza, o el cielo en un día de tormenta; luego a su delicada nariz y termino mirando sus labios rosados. Es atractivo, con un perfil afilado y puntiagudo, casi peligroso, como la belleza letal de un serpiente.

Levanta una mano para apartarse el pelo de la cara y la camiseta se le sube mostrando el abdomen. Tiene el brazo izquierdo lleno de tatuajes y bajo la tela blanca de la camiseta se distinguen varios más.

Noto como alguien se sienta a mi derecha y me pasa el brazo por los hombros, estoy a punto de girarme para gritarle hasta que veo los ojos color miel.

-Vaya no sabía que te vería por aquí -dice Dave con una sonrisa en la boca. Siento alivio de reconocer a alguien, así que me pego al cuerpo de Dave como si él pudiera protegerme del mundo.

-Ni yo, el estúpido de tu amigo me ha secuestrado, literalmente. -frunzo el ceño, si las miradas matasen...

El chico de los rizos me mira al oír su mención.

-Trevor, me llamo Trevor -aclara, sin borrar de su cara una estúpida sonrisa ladina.

-Muy bien Trevor ¿¡ Y no te han dicho que secuestrar gente está mal!? -grito y todos los del círculo me miran.

Genial, ahora la rarita soy yo.

Trevor agacha la cabeza y los rizos le caen sobre la frente, está más que claro que la situación le divierte.

-¿Comenzamos con el juego? Me van a salir canas de esperar -dice una chica, que acaba de llegar junto con Dave, y noto como los demás ríen. No lo entiendo hasta que me fijo en que tiene el cabello blanco.

-¿Juego? -pregunto- ¿Qué juego? -y por un momento me olvido de la situación tan surrealista que acabo de vivir.

-"Soplar y aspirar" -aclara la chica de pelo blanco. -Por cierto soy Candy ¿Y tu? Creo que no te había visto nunca.

-Alex -sonrío, cambiando por unos momentos mi mal humor -. Soy nueva, solo llevo unos pocos días por aquí.

Candy sonríe aún más. Tiene una cara agradable, con la piel rosada y uniforme, aunque un aro de metal le rodea la nariz y lleva un maquillaje negro muy cargado.

♚Reyes y Peones♔ #RP1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora