Casi beso y ventana

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Me desperté, no eran las siete porque el cielo aún estaba oscuro, era raro en mí despertarme a esa hora pues yo siempre tenía el sueño pesado, la ventana de mi cuarto estaba abierta, algo también raro pues siempre en invierno la cerraba y si alguna vez se me olvidaba mi madre lo hacía por mí.

Me levanté de mi cama y la cerré,  se escuchaban los perros de mi vecina ladrar ¿Por qué ladrarían a esa hora? Ahora si que no voy a poder dormir, encima que estaba teniendo un sueño perfecto con Luke.

Miré la hora, aún era temprano, las tres y media así que me metí en mi cama y cerré los ojos, ya estaba desvelada pero necesitaba dormir si no quería hacerlo en clases, después de unos minutos me dormí.

...

La alarma empezó a sonar y la apagué, me levanté a regañadientes y me metí en la ducha haciendo el ritual de todos los días, bajé y desayuné solo un vaso de leche, agarré mi mochila y fui al instituto.

Llegando alguien me puso una zancadilla y me caí.

—¡Ay! Pero que patosa eres Lena ¿Cuándo vas a dejar de serlo? —Dijo una chica del grupo que se juntaba Luke haciendo que todos los estudiantes que estaban en la entrada me miraran y se rieran de mí, excepto Luke que solo miraba a aquella chica enfadado. Me puse de pie, una lágrima amenazaba con salir pero no solo por que todos se rieran de mí sino porque tenía razón, yo era muy patosa, una gorda muy patosa y lo seguiré siendo.

El timbre empezó a sonar haciendo que todos los estudiantes entraran a sus clases, mientras yo estaba buscando a Emily pero no la encontraba, tal vez no haya venido hoy, eso hace el día aún más perfecto, enojada entré a mis clases de lengua.

....

A la hora del almuerzo me dirigí al comedor y me senté en mi mesa de siempre, la que compartía con Emily, hoy solo había traído una pera como la mayoría de las veces, manzana o pera. Las personas decían que últimamente me veían muy delgada pero yo creo que sólo lo dicen para que yo coma algo más, yo no les creo, yo me veo gorda, como siempre he sido.

Cuando ya sonó el timbre para salir ya de este infierno, agarré mi mochila y me dirigí a la salida pero antes de salir alguien tiró de mi y me puso frente a él.

Era Luke.

—Eh... Lena, perdón por lo que te ha hecho April esta mañana —Se disculpó.

—Oh, no, para empezar tú no tienes que disculparte por nada, debería ser ella y además, no es la primera vez que me humilla en público —Dije y Luke me miró entristecido —Po-por favor no quiero me mires así, no me gusta.

—¿Vendrás hoy a mi casa? —Preguntó sonriendo y me sorprendí por su repentino cambio de humor.

—¿Eh? Claro, ¿A la misma hora que ayer? —Pregunté.

—Sí —Asintió.

—Pu-pues ahí te veo —Dije mientras me iba rápidamente a la salida, no quería que me viera roja.

...

A la tarde mi madre había quedado con unas amigas y yo le dije que también había quedado así que ella empezó a hacerme preguntas como "¿Con quién?" "¿Para qué habéis quedado?" "¿Cómo es?"

—A ver mamá, solo es un amigo que quiere que yo le ayude con las matemáticas, eso es lo único que tienes que saber —Respondí.

—Bueno hija, si no quieres contármelo pues dímelo y ya está, adiós —Dijo despidiéndose y salió por la puerta.

Que nunca le haya mentido y aún así desconfíe de mí.

Me preparé y salí de mi casa para dirigirme a la de Luke, llegando visualicé aquel bosque y un escalofrío recorrió mi espina dorsal, llamé a su puerta y me abrió sonriente, como siempre.

—Hola Lena, pasa —Dijo mientas se apartaba de la puerta para dejarme pasar.

—Con permiso.

La tarde pasó como ayer, antes de irnos visualice por la ventana pero hoy no había nadie.

—Vamos, Lena —Avisó Luke.

—Voy —Le seguí.

Estábamos llegando, ninguno decía nada, cuando estábamos a pocas cuadras de mi casa rompí el silencio.

—¿Sabes algo sobre aquél bosque cerca de tu casa? Me refiero, ¿Nunca has visto nada extraño? —Pregunté, Luke palideció.

—No, nada ¿Por qué? —Negó.

—¿Yo? Eh... Ah... Sólo por curiosidad, siempre se cuentan cosas sobre los bosques raras y eso —Dije nerviosa, que mal se me daba mentir.

Ya estábamos en la puerta de mi casa.

—Eh, bueno... Hasta mañana Luke —Me despedí.

—Hasta mañana.

En algún momento el tiempo se detuvo, ahora nada más éramos Luke y yo, me quedé mirando sus grisáceos ojos y él los míos mientas nos íbamos acercando más...

¡Dios mío! ¡Nos íbamos a besar!

—¡Lena! ¡Ya he llegado hija!

Nos separamos rápidamente, sentía mi cara arder.

—Ah, hola mamá —Miré al suelo.

—¿Y quién es él? —Dijo mi madre guiñandome el ojo.

Esto no podía ser más patético.

—E-Esto... Él es Luke, el chico al que le doy clases, Luke, esta es mi madre —Les presenté.

—Encantada de conocerte y lo siento por interrumpir ese beso —Se rió y yo me quería morir de vergüenza.

—¡Mamá! —La regañe.

Luke estaba rojo ¡Rojo! Jamás lo he visto así en mi vida.

—Lo mismo digo, señora y... No pasa nada —Dijo con vergüenza.

...

Ya estaba en mi cuarto lista para dormir, comprobé que la ventana estaba cerrada y me dormí.

Horas más tarde me desperté por un ruido y abrí mis ojos.

Alguien estaba saliendo por mi ventana... ¿¡Qué hacía alguien saliendo por mi jodida ventana a estas horas!?

Cuando se percató de que me desperté salió aún más rápido, corrí hacia mi ventana y lo ví cruzando la calles, era el mismo chico que ví por la ventana de la casa de Luke ¿Por qué entraría en mi habitación? Ya no pude dormir en toda la noche.

☆☆☆☆☆

Subo capítulo cada dos días

Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora