Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』

Mi familia

Ya tenía mi vestido preparado para la graduación, incluso sabía que peinado me haría. Solo faltan tres días y aún no me lo creo.

—Jeff, ¿Tú qué te vas a poner? —Pregunté.

—Tampoco te lo enseñaré —Respondió.

—Eso no vale.

—Entonces tienes que enseñarme el tuyo —Respondió.

—Da igual, prefiero que no me lo enseñes —Respondí.

—¿Te has enfadado? —Preguntó.

—No, jamás me enfadaría contigo —Respondí y me abrazó.

—Te quiero —Respondí.

—Yo también te quiero —Dijo el y de repente una gran felicidad me invadió.

Nos deshicimos del abrazo y nos fuimos al salón.

Mi madre no estaba en mi casa por lo que decidimos hacernos algo para comer.

—¿Tienes tarta de vainilla? —Preguntó Jeff.

—No —Negué.

Jeff bufó.

—No pasa nada, mi madre dejó aquí unos dulces —Dije y los saqué para ponerlos en la mesa.

—¡Felicidad material! —Dijo Jeff y engulló uno de los dulces.

—Mastica, glotón —Dije mientras le observaba boquiabierta.

—Estoy acostumbrado, cariño —Respondió.

Cariño... Me ha dicho cariño.

De repente mi móvil comenzó a sonar

Número desconocido.

Me extrañé. ¿Quién podría ser?

Llamada.

—Hola.

—Hola, Lena.

—¿Puedo saber quién me llama?

—No, solo debes saber una cosa, quiero verte en el parque de tu casa a las 8 de la tarde, no vayas con nadie o estarás en grandes problemas.

—¿Es en serio?

Pero no me escuchó porque ya habían colgado.

Lo único que se es que es una chica, pero, ¿Cómo consiguió mi número? Su voz no me suena.

Me faltaba media hora para estar allí.

—Comamos —Respondí mientras me sentaba al lado de Jeff.

—¿Quién era? —Preguntó Jeff.

—Se habían equivocado —Respondí.

—¿Tienes algo que hacer esta tarde? —Preguntó.

—De echo si, he quedado con mi amiga, pero es una tarde de chicas, así que no puedes venir —Respondí triste.

—Entonces, deberíamos aprovechar —Respondió y me agarró de la mano tirando de mí haciendo que me siente encima suya, de frente.

Sonreí y le besé, él me correspondió el beso.

...

Jeff ya se había ido y yo estaba dirigiéndome al parque.

No había nadie y eso me daba miedo.

Una vez allí vi a una chica con el pelo muy largo, estaba de espaldas a mí, hasta que se gira y pude ver su cara.