Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』

Primer día de clases

Cuando Jeff me sacó de allí y nos habíamos alejado bastante comencé a hablar.

—¿Cómo es eso de que mañana estarás en mi instituto y en mi clase? —Pregunté.

—Es una sorpresa —Sonrió.

—¿Y cuándo pensabas decírmelo? —Me crucé de brazos.

—La verdad es que ni yo lo sabía, me ha salido, ahora tendré que cumplirlo —Dijo rascándose el cuello y yo alcé una ceja.

—Vaya, así que te has dejado llevar por esos chulos —Dije.

—Puede... Pero el plan es perfecto, escucha...

—No quiero escuchar más ideas locas, bastante has dicho allí enfrente de todos. Te has metido en un buen lío. ¿Acaso no sabes quienes son los amigos de Luke? —Pregunté.

—Sí, los acabo de conocer —Dijo riéndose.

—¡Idiota! Sabes perfectamente que no me refería a eso. No sabes quienes son, les has ofendido y a ellos no les han gustado nada.

—¿Y qué? —Dijo encogiéndose de hombros.

—¡Son capaces de hacerte mucho daño! Prepárate para pasarlo mal en el instituto porque te has metido con las personas equivocadas... —Avisé.

Jeff comenzó a reir como un retrasado.

—¿Sí? ¡Wow! Estoy temblando ¡Mañana me traeré un pañal porque me voy a cagar de miedo! —Dijo con sarcasmo y yo negué con la cabeza.

—Será mejor que nos vayamos ya, ahora estás diciendo estupideces pero mañana me darás la razón —Comenzamos a caminar —Por cierto ¿Cómo entrarás en en instituto de la noche a la mañana?

Jeff sonrió.

—Tengo mis trucos...

...

La alarma sonó y yo la apagué y seguí durmiendo.

Cinco minutos después comenzó a sonar y la agarré y la tiré por la ventana.

Un momento... ¿Yo no había dejado la ventana cerrada?

—Menos mal que dejé abierta la ventana sino, tu madre te castigaría tres meses si viera la ventana rota.

¿Jeff?

Abrí mis ojos y ahí estaba ese Jeff que solo se mostraba así cuando salía a la calle. ¿Cómo cojones lo hacía? ¿Será que por las noches se maquillaba para dar miedo? Si ese fuera el caso, lo hacía muy bien.

—¿Traes la mochila y los libros? ¿Cómo es posible? ¿Tan rápido? ¿Entonces te dejaron entrar?

Jeff rió.

—Pues claro, te he dicho que tengo mis trucos —Me respondió.

—¿Y cuáles son?  —Pregunté dubitativa.

—Eh... Tú no puedes hacerlos y tampoco te los diré —Negó.

—¿Cómo? ¿A qué te refieres con eso? ¿No será....? —Me puse roja y negué con la cabeza.

—¡No es lo que te crees! No soy un prostituto ni nada de eso...

—¿Cómo supiste que pensé en eso? —Pregunté.

—Eres muy fácil de adivinar —Sonrió.

—Sí, lo que tu digas, voy a prepararme —Dije y empecé a hacer mi ritual de todas las mañanas.

Salimos hacia el instituto, estaba realmente nerviosa porque no quería que los amigos de Luke le hicieran daño y tampoco le había dicho a Emily nada de esto, no sé como se lo tomará, seguro que no se cree nada de esto porque ella sí ha sido amiga mía de la infancia. ¿Qué le diría?