Pequeña broma

4K 437 67
                                    

—Llevas demasiada prisa, Lena. ¿Qué te ocurre?

Ni yo lo sabía.

—No quiero que otro maestro me vuelva a castigar por tu culpa... O mejor dicho, por culpa de esa tal Martha.

—Ella no tiene la culpa —La defendió.

—¡Tienes razón! La culpa es solo tuya porque no me obedeces nunca —Dije enfadada.

Jeff dejó de caminar y como le estaba agarrando de la muñeca también dejé de hacerlo.

—¿Obedecerte? ¿Acaso te crees que soy un perro? —Preguntó molesto.

—No, no es eso... Sólo digo que hagas lo que te pido...

—¡Exacto! Como un perro... —Me interrumpió.

—¡No! ¡Solamente te estoy ayudando! ¡Te ayudo a que no te metas en líos, sin mí, ya te hubieran expulsado desde el primer día! —Exclamé.

—¿Ahora estas diciendo que soy un problema y no sé hacer bien las cosas?

—¡No! ¿Qué te pasa hoy? ¿Estás con el periodo?

—¿Con el periodo? ¿Qué es eso?

—Es una cosa que... Que tienen las mujeres cuando... ¡Espera un momento! ¿Qué hago yo contándote esto aquí parados? ¡Vayamos a clases ya! —Exclamé y me lo llevé de nuevo por la muñeca hasta llegar al aula.

En toda la hora Jeff se veía con cara de disgusto.

Tal vez me haya pasado con él. Pero las palabras salieron de mi boca sin permiso fruto de la ira que me entró cuando lo ví hablando con Martha. ¿Pero por qué? Él puede conocer a quien quiera ¿No? No soy de su propiedad... Pero entonces ¿Por qué me molesta? Quizás es porque tengo miedo a que me olvide y ya se me hace costumbre que él se me aparezca de vez en cuando, ya se me hace costumbre su presencia en mi vida y además es la única persona que confía en mí sin ni siquiera conocerme. Pero realmente no sé nada de él, ni siquiera conozco a su familia... ¿Sabrían que hace compañía a una chica que conoció por colarse en su casa? ¿Y cómo es que él no estudiaba en este instituto? Tal vez estudiaba en uno cerca de este pueblo... ¿Pero cómo consiguió entrar a éste en un solo día? Todo esto era un gran misterio que quería conocer...

La hora terminó y Jeff salió por la puerta sin mirarme ni esperarme por lo que supuse que aún seguía enfadado.

Corrí hasta acercarme a él.

—¡Jeff! No me has esperado... —le hablé pero él simplemente me ignoraba —Jeff ¿Me estás escuchando? —Nada, seguía sin responderme —¡Jeff! ¡Respóndeme! —Seguía sin decirme nada —Jeff... Lo siento por las palabras que te dije antes, a veces digo las cosas sin pensar y no me percato de ello... ¿Me perdonas?

Parece que por fin Jeff me escuchó porque dejó de caminar y me miró.

—¿Dónde está el aula de Biología?

—Está detrás tuya —Le respondí y él se giró y entró en ella.

Yo le seguí.

—¿Entonces no estabas enfadado conmigo? —Le pregunté.

Él se sentó al lado de la ventana y me ignoró por milésima vez.

¿Por qué lo hacía? ¡No era para tanto! Y a parte le pedí perdón... ¿Qué más quería?

—Jeff... —Comencé a hablarle pero el profesor entró y tuve que sentarme en mi sitio.

Toda la hora estuve pensando en lo ocurrido. ¿Y si me dejaba de hablar? ¿Significa eso que nuestra amistad ha acabado? ¿Por qué se comportaba de esa forma por unas simples palabras?

Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos y por suerte la clase terminó.

Como no me gustaba que me vieran llorar tuve que correr rápidamente hacia el servicio y cuando estuve dentro me desahogue allí.

¿Por qué lloraba? Si odio llorar... ¿Por qué lloraba por él? Si de todas formas la mayoría de las personas me hacían esa clase de daño ¿Por qué pensaba que con él iba a ser diferente? Soy una tonta y lo seguiré siendo. Debería estar entrenando baloncesto ahora mismo pero no me encontraba con ganas de jugar...

A los diez minutos escucho que abren la puerta y me escondo en uno de los cubículos porque como he dicho antes, odio que me vean llorar.

—Lena ¿Estás ahí? —Era la voz de Jeff ¿Qué hacía él en un cuarto de baño femenino? —Lena, sé que estás ahí así que no intentes esconderte —¿Cómo lo sabía? ¿Y por qué me buscaba? ¿No se suponía que estaba enfadado conmigo? —Este sitio es muy pequeño y podría encontrarte pronto así que será mejor que salgas ya y dejes de esconderte.

Saldré y le preguntaré el por qué de su enfado...  Ahora que se digna a hablarme.

Me sequé las lágrimas, empujé la puerta y salí del cubículo, Jeff estaba de espaldas hacia mí.

—¿No e-estabas enfadado conmi-migo? —Tartamudeé por el nudo que aún sentía en la garganta.

Jeff se giró, se veía preocupado.

—No lo estaba realmente, era una broma... No sabía que llegarías a llorar —Dijo acercándose a mí.

—¿Qué? ¿Una broma? Yo... ¡Yo no estaba llorando! Y menos por tí... —Dije cruzándome de brazos.

—Sí, claro. Lo que tu digas —Dijo con tono sarcástico y sonriendo.

—Por cierto... ¿Cómo sabías que me encontraría aquí? —Quise saber.

Jeff se encogió de hombros.

—Salí al patio para comenzar a entrenar baloncesto pero pasaron diez minutos y no llegabas. Me extrañé y te busqué hasta que te he encontrado —Sonrió.

—¿Y cómo es que has entrado en un baño femenino? —Dije sonriendo de lado.

—¿Hay algún problema? —Preguntó ingenuo.

—¡Pues claro! Como nos vean aquí metidos van a pensar que... Ya sabes... —Jeff me miró sin entender —Vamos, no me mires así, tu sabes de qué te estoy hablando...

—Pues la verdad es que ahora no se me ocurre qué podría parecer...

—Da igual, salgamos de aquí ya —Dije agarrándole de la mano y saliendo de allí. Tuve que soltar mi mano rápido porque sentí una especie de cosquilleo misterioso en ésta.

—¿Crees que podamos entrenar ahora? Sólo faltan cinco minutos para que el recreo termine... —Opinó Jeff.

—Quedémonos aquí, no tengo ganas de entrenar... —Respondí y me senté en el suelo. Jeff imitó mi acción.

—Se ve que la motivación se te sale por los poros de tu cuerpo...

Yo me reí sarcásticamente.

—¿Alguna vez te han dicho que eres muy gracioso?

—Me han dicho de todo menos eso —Dijo de una forma un poco misteriosa, su mirada ahora se veía vacía.

•••••
—Este capítulo es más corto que los anteriores pero los siguientes serán más largos—

Subo capítulo cada dos días.

Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』حيث تعيش القصص. اكتشف الآن