Confesiones

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Jeff se acercó a mí.

—¿Quién es él? —Preguntó.

Yo me giré hacia él con una mirada triste.

—Era... mi novio —Dije y Jeff puso cara de sorpresa.

—No sabía que tenías novio.

—Nunca te lo he dicho, ¿Cómo ibas a saberlo?

—Eso también es verdad, ¿Por qué se enfadó contigo?

—Yo... Le dije que iba a casa de mi abuela hoy pero me vio contigo y, claro, seguro que habrá pensado mal —Expliqué.

—Ya veo... Pero tú no eres no eres mi tipo —Me dijo y se rió, yo le pegué en el brazo —¡Ay! ¿Por qué me pegas?

—Por tonto —Dije, pero en verdad no sé por qué lo hice ¿Me ha molestado que haya dicho eso? ¡No! ¡De ninguna manera! 

—Eso no es una respuesta coherente —Dijo haciéndose el listo.

—Cállate, ahora tengo que localizar a Luke y explicarle todo.

—Yo... creo que no va a ser buena idea, seguro que ahora está muy enfadado y no querrá hablar contigo, mejor se lo dices mañana —Opinó Jeff.

Yo medité sus palabras, tal vez tenga razón.

—Bueno, hablaré mañana con él en clases —Dije y nos fuimos a mi casa.

Cuando entré le dije a Jeff que se tenía que ir pues mi madre me preguntaría quién es ese chico y aparte ella sabe que estoy saliendo con Luke, no quiero que ella piense mal de mí.

Estaba sudando por todas partes así que decidí darme una ducha y ponerme ya el pijama a si que fui a mi cuarto para ducharme, sí, tengo un cuarto de baño propio.

Me estaba enjabonando cuando escucho la puerta del cuarto de baño abrirse, me asusté y pregunté.

—¿Mamá? ¿Eres tú?

—Respuesta incorrecta —Dijo una voz inconfundible, era Jeff.

¿Qué cojones hacía en mi cuarto de baño?

Se escuchó la tapa del váter abrirse y luego un líquido.

—¿Qué estás haciendo aquí adentro? —Pregunté.

—Me estaba orinando —Respondió.

—¿No puedes esperar a que yo salga? ¿Y por dónde entraste?

—No me podía aguantar más, entré por la ventana —Respondió.

—¿Es que acaso no tienes casa?

—Me gusta estar aquí.

Esa respuesta me dejó sin habla ¿Le gusta estar aquí? ¿Por qué? Se lo iba a preguntar pero él tiró de la cisterna y se fue.

Cuando ya me puse mi pijama salí de mi cuarto de baño y busqué a Jeff con la mirada pero no lo encontré.

¿Dónde estará?

Me tumbé en mi cama.

—¡Hija! ¡Ya está hecha la cena! —Gritó mi madre desde abajo.

¿Tan temprano? Apenas son las nueve y nosotras siempre cenamos a las diez.

Bajé y me encontré a mi madre con el uniforme de su trabajo.

Ella trabaja de camarera por las mañanas.

—¿Dónde vas, mamá? ¿Por qué tienes tu uniforme puesto? —Pregunté.

—El café-restaurante está lleno de personas hoy, me resulta raro porque hoy es martes, bueno, me ha dicho que necesita más camareras y tengo que ir rápido así que te dejo sola, no sé a que hora volveré pero no será muy tarde, no me esperes despierta... ¡Ah! Te he dejado un trozo de tarta, está en la nevera, adiós—Tomó sus llaves y se fue.

Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora