Baloncesto

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Después de probar lo que Jeff me compró... Bueno, robó... No creía que funcionaría tan bien. No se me notaba nada de verde y podría jurar que se me veía el pelo más brillante.

Bajé y desayuné mi vaso de leche esta vez sin galletas por culpa de Jeff, así que hoy compraría más.

Al salir me dirigí a mi instituto, me encontré a Luke y me besó delante de todos, yo sentí vergüenza porque sentía todas las miradas de los estudiantes que se quedaron perplejos pero aún peor estaba la de Hani, parecía que en algún momento iba a explotar.

—Lo siento por hacer esto delante de todos, no sabía que te iba a molestar —Me dijo un poco triste —Pero es que no he podido dejar de pensar en ti en todo el fin de semana.

Yo sonreí, toda la vergüenza del principio desapareció cuando me dijo esas hermosas palabras.

—Yo también te extrañé demasiado —Dije y me abazó, yo le correspondí.

Me quería quedar siempre así pero el timbre sonó y nos tuvimos que separar.

—Te veo más tarde —Dijo y me besó.

Yo le ví irse, mientras le decía adiós con la mano. Casi se me cae la baba.

De repente me acordé que tenía Educación Física con el maestro Will y fui corriendo hacia allá rápidamente, si alguien llegaba tarde a su clase le bajaba un punto de la nota y si lo querías recuperar tendrías que dar diez vueltas por el gimnasio, que era inmenso. Por suerte llegué justo a tiempo, aún había gente en los vestidores.

Me puse mi ropa deportiva y fui al gimnasio.

—Chicos ¡Escuchadme! —Exclamó el maestro haciendo que todos le miraran y escucharan muy atentos, incluyéndome.

—Este viernes hay partido de baloncesto contra el otro instituto, ellos se creen mejor que nosotros, ¡Y lo son! Pero no se los haremos ver. El grupo estará formado por chicos y chicas porque si recuerdan, el año pasado ellos jugaron mixtos y nosotros solo teníamos a chicos ¡Y resultaron ser pésimos! Así que vamos a estar toda la semana practicando este deporte, incluso en el recreo tenéis que estar practicando. ¿Entendido? —Todos bufaron, incluyéndome —¿¡Entendido!? —Gritó aún más fuerte.

—¡Entendido profesor! —Gritamos todos

Comenzamos a jugar, estaba aburrida, nadie me pasaba la pelota, así que comencé a gritar para que me la pasaran. Nada, nadie lo hacía. Vale que muy pocas veces haya jugado a este deporte pero ellos tampoco sabían, eran malos, por eso el año pasado perdieron por muchos puntos, éramos el hazmerreír de todos los institutos de pueblos alrededores, por eso es que el maestro ahora está muy enserio con esto. Me irrité, parecía un fantasma pues nadie me escuchaba.

—¿¡Porqué no me pasáis la pelota!? —Grité.

—¡Porque no queremos perder de nuevo! —Gritó un chico.

Frustrada, iba a decírselo a mi profesor, que en este momento estaba ensimismado escribiendo por su móvil cuando el mismo chico me agarra del brazo y me hace quedar frente suya.

—Ni se te ocurra decirle algo al profesor o estarás muerta ¿Me entiendes? —Dijo cansado por haber corrido pero se le notaba la ira en su mirada, las gotas le recorrían todo su rostro a causa del calor y de haber corrido.

Yo le miré ceñuda pero admití que me dio miedo, así que seguí "jugando" hasta que terminó la hora.

...

Ya era de noche y me encontraba en mi cuarto, sentada en mi escritorio con el ordenador encendido mientras buscaba en internet "Cómo jugar bien al baloncesto" cuando una voz interrumpe mi lectura.

—Vaya, vaya... ¿Quieres aprender a jugar al baloncesto?

Era Jeff, me giré.

—El viernes toda mi clase compite con otro instituto —Expliqué.

—¿Y no sabes jugar? ¡Yo soy bueno en ese deporte! —Dijo orgulloso.

—No, no se jugar y ¡Me alegro que seas bueno pero eso no me ayuda en nada! —Dije fastidiada.

—Vaya, parece que hoy estás de mal humor...

Tenía razón, estaba pagando mi ira con él y no era justo.

—Lo siento, es solo que estoy fatal con eso del baloncesto —Dije.

Él me miró extrañado y se sentó en la mesa de mi escritorio.

—¿Por qué? —Preguntó.

No sabía si decírselo... Bueno, al fin y al cabo la noche siempre nos hace más abiertos a los demás y ya se me estaba haciendo costumbre hablar con él a estas horas.

—Se me da mal el baloncesto, bueno, mal no, fatal y como me conocen como torpe en el instituto ni la pelota me pasan... Quiero demostrarles que puedo hacer algo bien ¡Siquiera canastar una vez al menos en los entrenamientos! ¡Pero no! Soy Lena White y soy torpe —Dije triste pues era verdad, no soy buena en nada.

Miré a Jeff y éste se veía conmovido. Odio que la gente me mire así.

De repente su mirada se iluminó.

—¡Ya sé! ¡Te puedo dar clases!

Le miré sin entender, ¿Cómo iba a salir él así a la calle?

—¿Cómo vas a salir con ese aspecto? La gente se asustaría —Dije.

Él pensó.

—Tienes razón, la gente no está aún preparada para ver esta cara tan hermosa... Bueno, ya se me ocurrirá algo —Dijo.

Le miré sorprendida, este chico era muy creído.

—¿Dónde aprenderé? —Pregunté.

—¿Hay parques con canchas de baloncesto por aquí? —Preguntó.

—Claro, cerca de aquí hay uno —Respondí.

—Bueno, ve mañana a las seis de la tarde allá y empezaremos con las clases —Avisó.

Se me iluminó la mirada. Al fin alguien que me ayudaba en algo y se preocupaba por mí.

—Muchas gracias, Jeff, de verdad —Agradecí.

—No es nada —Respondió mientras se cruzaba de brazos.

Pude ver en su mano rajas de sangre y me alarmé.

—¿Cómo te has hecho eso? —Pregunté mientras señalaba su mano.

Él la miró y luego me miró a mí alzando una ceja.

—¿Cómo es que no tienes el pelo verde?

Al decirme eso me acordé de lo que hizo ayer por mí.

—¡Es verdad! Gracias por eso, Pero... No me digas que Rompiste el cristal con tus manos —Dije.

—¡Pues claro! ¿Con qué lo rompería sino? —Dijo obvio.

—¡Pero que bruto eres! No deberías haber hecho eso por mí.

—Ya te dije en la nota que no lo hice por ti, solo lo hice por quedarte conmigo hasta tarde —Explicó.

—Lo sé, lo sé... Si eso era lo que quería decir.

—Bueno, esta noche también lo harás, ¿No? —Preguntó.

—¿El qué? —Pregunté alarmada y colorada.

—¡Quedarte conmigo hablando hasta tarde! Aunque lo otro también estaría bien... —Dijo pícaro y le pegué un puñetazo en el brazo.

—¡Idiota! —Exclamé —¿Y por qué tendría que hacerlo esta vez?
—Porque voy a ayudarte con el baloncesto —Dijo obvio.

Vaya, parece que mañana también despertaré con ojeras.

°°°°°
El siguiente será más largo.

Subo capítulo cada dos días

Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora