Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』

Partido - P1

Pronto iba a comenzar el partido, había muchas personas ya en las gradas, tanto del instituto que competiríamos como del nuestro y yo me estaba poniendo muy nerviosa.

-¡Relájate, Lena! No es para tanto... -Me intentó tranquilizar Jeff.

-¡No puedo! Mira cuantas personas hay... ¡Demasiados ojos observando! -Exclamé.

-Estás demasiado paranoica.

-Claro, como tú si sabes jugar, no te tienes que preocupar por nada, pero...

-¿Y tú no? Te recuerdo que te he estado enseñando estos días y te puedo decir que has mejorado muchísimo -Me interrumpió.

Sonreí.

-¿De verdad lo crees? -Pregunté.

-¡Pues claro! -Afirmó.

El profesor nos dijo que salieramos ya pues pronto íbamos a jugar.

Mientras salía, pude ver a Luke observándome desde las gradas, yo le saludé con la mano y él sonrió, me lanzó un beso e hizo un corazón con sus manos, al momento los amigos de Luke se sentaron a su lado. ¿Se encontraban aquí? Espero que después no tengamos ningún problema con ellos.

Mi instituto se encontraba en la parte derecha y el otro en la izquierda, los capitanes de cada equipo se pusieron en frente y nuestro profesor tiró la pelota hacia arriba, y ahí comenzó el partido.

Todo iba bien, de momento, hasta que el equipo contrario canastó, luego se giró hacia nosotros y nos enseñó el dedo medio.

-¿Qué se creen? -Preguntó Jeff, que se encontraba ahora a mi lado.

-Ellos son mejores que nosotros, siempre. Por eso ahora se creen invencibles o algo parecido -Expliqué.

-Pues les haré cambiar de opinión -Dijo Jeff y sonrió de lado.

El partido prosiguió y Jeff pronto se adueñó del balón, fue rápidamente hasta la canasta, esquivando a todos los del equipo contrario, rápidamente, lanzó la pelota y canastó. Todos los de nuestro equipo ahora empezaron a insultar al contrario.

Casi terminábamos el partido, estábamos ganando por cuatro puntos de diferencia, la mayoría gracias a Jeff. Aún faltaban diez minutos y esto estaba muy reñido. Yo me encontraba cerca de la canasta y Jeff tenía el balón, se acercó a mí y me la pasó. Yo tenía la pelota en las manos y no sabía que hacer, observé a la gente del público que estaba gritando, después a Jeff, que me indicaba con las manos que canastase pero mi cuerpo no respondía, me quedé paralizada. Uno del otro equipo venía hacia mí, entonces fue cuando reaccioné, intenté esquivarlo y cuando creía que lo había hecho fui a canastar pero sentí que alguien me puso un pie por delante y caí al suelo, el chico me quitó la pelota pero pararon el partido.

-¡Has hecho trampa! -Gritó un chico.

-Venga ya, eso es mentira -Dijo el que me puso el pie.

Empezaron a pelear unos contra otros, verbalmente.

Jeff se acercó a mí.

-¿Estás bien? -Preguntó.

-Sí, no te preocupes -Respondí y observé mi rodilla que salía un poco de sangre de ella.

-Será mejor que te desinfectes eso -Recomendó.

-No te preocupes, yo la llevo ahora a la enfermería -Respondió mi maestro.

Jeff le miró.

-Para mí no es molestia llevarla -Dijo Jeff.

-¡Jeff! Sólo quedan siete minutos de partido y te necesitamos -Dijo uno de nuestro equipo -Por favor, quédate.

Jeff me miró.

-Vete si quieres -Le respondí.

-Está bien pero después iré para la enfermería -Me susurró y luego miró al director/Maestro de gimnasia con mala cara.

-Vamos, agarra mi mano -Mando el profesor y le hice caso.

Una vez en la enfermería, la enfermera no se encontraba ahí, seguramente estaría viendo el partido o con un chico en los cuartos de baño como acostumbraba a hacer.

-Parece que la enfermera no está, bueno, tampoco es tan difícil desinfectar una herida -Rió -Así que puedo hacerlo yo. Lena, siéntate en la camilla -Ordenó y le hice caso.

Me sentía muy incómoda con su presencia tan cercana en estos instantes.

Cuando la estaba desinfectando comenzó a hablarme.

-Sabes, Lena... En tu historial de estudiante he visto que tienes muy baja nota en algunas materias importantes -Me miró -Y, bueno, sé que quieres ir a la universidad, así que si quieres más nota, yo te la podría subir... -Explicó y comenzó a acercarme hacia mí mientras me acariciaba mi pierna.

Esto no me estaba gustando nada.

-Profesor, la verdad es que no quiero... Así que ahórrate la ayuda -Respondí mientras intentaba empujarle lejos de mí pero no podía, me estaba tocando por todas partes y yo sentía nauseas.

-Vamos, esto lo he hecho con muchas alumnas y ninguna se han quejado...

-¡Claro! Porque las amenazas...

-Ya lo vas pillando... Si no te dejas, haré que repitas curso -Amenazó y yo abrí mis ojos espectantes.

-¡No me importa! -Exclamé e intenté salir pero él no me dejó y agarró mis muñecas.

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Pronto subiré la segunda parte.