Desahogo

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Maldito amor. ¿Por qué me tengo que enamorar? ¿Por qué de él? Y yo me creía todo lo que me decía... ¡Soy una tonta!

Tapé con mi almohada mi cara y saqué todo el grito tenía y cuando lo hice, me giré y miré el techo de mi habitación.

Sólo salió conmigo por una absurda apuesta ¡Y con el fin de acostarse conmigo! Es asqueroso... ¿Cómo pude ver alguna vez bondad en él? ¿Cómo pude enamorarme de él?

De repente mi móvil comenzó a sonar, me giré y miré quién me estaba llamando. En cuanto me percaté que se trataba de Luke dejé que el móvil sonara.

...

Había pasado media hora y aún seguía llamando, no se cansaba. Pensé en tomar un vaso de leche caliente para tranquilizarme y cuando estaba calentando la leche llaman a la puerta.

Fui hacia ella y la abrí, mi sorpresa fue grande cuando ví de quién se trataba.

Era Luke.

—Lena ¿Por qué no atiendes mis llamadas? —Preguntó preocupado, o al menos eso pretendía hacerme creer.

—¿Me has llamado? No me he dado cuenta, lo siento —Respondí borde.

—¿Te pasa algo? —Preguntó.

—¿A mí? Nada ¿Qué me va a pasar? —Respondí sarcástica.

—Entonces ¿Por qué no vienes a mi casa? Dijiste que hoy irías...

Claro, pero cambié de opinión al saber la verdad de todo esto.

—Sí... Pero... —No podía decirle que escuché todo aquello y que sabía cuál era el fin de nuestra relación porque sabía que mi voz se quebrantaría y lloraría en frente suyo y no quiero darle ese placer, así que le miré y le cerré la puerta en las narices.

—¡Lena! ¿¡Qué te pasa!? ¡Abre la puerta! —Exclamaba Luke mientras daba manotazos a ésta.

Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos y las limpie enseguida.

Me tomaré la leche en el cuarto mejor.

Llevé mi vaso y unas galletas a mi cuarto.

Desde hace pocos días comencé a comer más y fue gracias a la ayuda de Jeff, sin él, en estos momentos estaría tomando sólo agua o algún snack bajo en grasa que saben a cartón.

Pero tanto Jeff como Luke me mintieron. Me hicieron creer que les importaba y resultó ser algo muy diferente; me utilizaron.

No se puede confiar en nadie. Sólo me queda mi amiga Émily, que por cierto no se nada de ella aún.

Agarré mi móvil y la llamé.

Necesitaba a una amiga en estos momentos.

[Llamada]

—¡Lena! ¿Qué ocurre?

—Necesito quedar contigo en estos momentos.

—No digas más, estoy en el parque que está cerca de tu casa en cinco minutos.

Y colgó.

[Fin de la llamada]

Agarré una bufanda pues hacía mucho frío fuera y en poco tiempo estaba llegando al parque. Justo cuando estoy entrando visualizo a mi amiga que me saluda con la mano y cuando llego hacia ella me siento en el banco en el que ella estaba también sentada.

—¡Madre mía! ¿Qué le pasó a tus ojos? ¿Cortaste cebolla?

Eso fue lo primero que mi adorable amiga me dijo al verme.

Sonríe Para Mí 『Jeff The Killer』Where stories live. Discover now