Capítulo 36.

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—¿Qué?— retrocedí unos pasos. —¿Dónde está?

—Está en el patio, esperándote.

—¿Por qué vino?

Se encogió de hombros. —Creo que quiere hablar contigo sobre la boda.— Me dio una pequeña sonrisa. —Por cierto ¿Te gusto la sorpresa?

—Uh...fue una sorpresa de verdad.— Maldije. —¿Por qué mi madre tiene que venir aquí?— susurré.

—No digas eso, amor. Ella quiero lo mejor para ti.— Rodé los ojos. —Será mejor que vayas, te estaba esperando y no creo que quiera irse hasta hablar contigo.


Bueno, por lo menos tiene razón en algo.


Antes de verla, fui al baño para verme en el espejo y que por lo menos, no me critique tanto por la forma en como me veo. Lo bueno es que ya me había quitado la pintura del rostro cuando estábamos en la casa de Harry, lo malo es que ahora estoy sin maquillaje y sé que mi madre me dirá algo al respecto. Tome varias respiraciones antes de salir del baño y enfrentarme a la mujer que me dio la vida. La vi sentada en el pequeño mueble que habíamos puesto cerca del jardín, se veía pensativa pero al momento de escucharme llegar, se concentró en criticarme con la mirada.


—¿Saliste de esa manera?— fue lo primero que salió de su boca.

Suspire y me senté a su lado. —Hola a ti también, mamá. Me da gusto verte aquí.

Movió su mano desinteresadamente. —Hola.— Entrecerró los ojos al verme el rostro más de cerca. —Sabes que odio que no uses maquillaje, Rose.

—Yo hago lo que quiero con mi rostro, mamá. Basta.— Respondí molesta con sus comentarios. —No van ni cinco minutos desde que me senté a tu lado y ya me estás matando con tus críticas.

—Es que siempre tengo que corregirte algo. Lo hago por tu bien y lo sabes.

—¿Desde cuándo te importa mi bienestar?— la pregunta salió de mi boca mucho antes de que pueda detenerla.


Ella me miró sorprendida pero el asombro duro solo unos segundos. El rostro neutro que tanto conocía volvió y no pude descifrar si le dolieron mis palabras o no.


—¿Qué haces acá, mamá?— pregunté. —Es...raro de que estés en Londres y mucho más raro que estés en mi casa.

—Andrew llamo a la casa sobre los preparativos de la boda. Él sabe que una madre tiene que estar al lado de su hija en un momento como este, así que...aquí estoy.

—¿Me vas ayudar a organizar la boda?

Rodo los ojos. —Rose, lo acabo de decir. Presta un poco más de atención, por Dios. Sí, mujer. Vine a Londres para que organicemos la boda.


A pesar de la respuesta cortante y grosera de mi madre. Su respuesta me emocionó. ¿Ella quería hacer esto conmigo? Nunca hemos sido muy unidas y el solo hecho de que ella haya viajado desde New York para organizar la boda, me emociona hasta las lágrimas.


—Eso sería genial.— Admití.


Ella asintió y se me quedo mirando por unos segundos. Me incomodaba su mirada pero no le dije nada.


Risk It All. {h.s}Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin