Capítulo 46.

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Harry.



—Estas muy nervioso.


Voltee al escuchar la voz de Selena. Sé por la forma en como me estaba mirando de que no estaba feliz de que este ahí pero bueno, los dos estamos aquí para ayudar y apoyar a la persona que amamos. No me puede juzgar por eso.


—Claro que estoy nervioso, Rose esta ahí...sola con su madre.

—No tienes nada de que preocuparte, Austin esta ahí, él no dejará que nada malo le pase a Rose.

—Eso es lo que todos dicen.— Susurré.

—¿Qué estas insinuando? ¿Qué Austin le haría daño a Rose? Solo para que sepas, él no es como tú.— Escupió las palabras y yo apreté los puños a mi costado.


No le hagas nada, Harry. Es la amiga de Rose, si le dices algo hiriente a ella, Rose se va a enojar contigo. Cálmate.


—Selena, por un minuto...¿puedes...— dejar de ser tan perra —dejar de poner en mi contra todo lo que digo? Sigo siendo tu jefe después de todo, así que espero que tengas eso en mente antes de decirme algo.


Ella apretó los labios y sé que por unos minutos podré dejar que hable. Estoy demasiado nervioso por lo que se están diciendo allá adentro como para pensar en una forma de disculparme con ella o aunque sea hacer las pases. Ninguno de los dos dijimos una palabra más, cada uno se sentó separados en cada esquina de la habitación. Luego de unos minutos, se abrió la puerta de donde estaba Rose, su madre y Austin. La primera persona que salió fue obviamente la mamá de Rose, sin siquiera dedicarnos una mirada a Selena y a mi, subió las escaleras y lo único que pudimos escuchar fue el sonido estruendo de una puerta cerrándose. Luego salió Austin, corrió hasta Selena y la abrazó dando vueltas en el aire. Los dos reían pero yo no presté más atención porque me preguntaba por qué no salía Rose. Entre a la habitación y la vi. Estaba hablando con el mismo señor que entro con ellos y parecía que no tenían una conversación amena.


—Usted lo conocía...— decía Rose. —¿nunca le comentó nada sobre esto?

—Si lo conocí, pero siempre fue muy discreto con su testamento, a pesar de que muchas veces le pregunté. Lo único que le puedo decir es que lo escribió hace muchos años, si quiso cambiar de opinión, no tuvo tiempo de hacerlo.— Fue en ese momento que él me vio y solo asintió con la cabeza. —Con permiso, mi trabajo aquí termino.


Rose volteó al darse cuenta que alguien más había en la habitación y pude ver su rostro afligido. Me acerqué a ella y la envolví en mis brazos. Ella paso sus brazos por mi cintura y me pego más a su cuerpo.


—¿Qué pasó?— susurré. —¿Estas bien? ¿Te hizo algo tu madre?

—No, ella no...— negó con la cabeza. —Mi madre no me hizo nada, es solo que...— se separó de mi para mirarme a los ojos. —El señor leyó el testamento de mi padre, él...en su testamento dijo que yo soy la nueva dueña de su empresa.

—¿Qué? Eso es genial, Rose. Ya conseguiste trabajo.— Le sonreí.

Ella me miró confundida y luego negó con la cabeza. —Voy a tener que mudarme a new York de nuevo, Harry.

Risk It All. {h.s}Where stories live. Discover now