Capítulo 38.

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Corrí lo más rápido que pude hasta que llegue al local donde mi madre, Selena, Ángela y la organizadora de bodas me estaban esperando.


—Ya llegue, lo siento.— Comenté, tuve que apoyarme un rato en la pared por todo lo que había corrido.

—Veinte minutos tarde.— Fue lo único que dijo mi madre. —Y veo que no tuviste tiempo ni para arreglarte.— Chasqueo la lengua y luego suspiro. —Al menos ya estás aquí, empecemos con esto.


Ella empezó a caminar junto a la organizadora, ignorándome completamente y sé que ella estará molesta conmigo todo el día por llegar tarde.


—¿Paso algo malo?— preguntó Selena, preocupada.

—No...solo me quede dormida.— Mentí.

—¿En serio?— señaló a la pelirroja. —Ángela llamo a Andrew y él le dijo que saliste muy temprano de la casa. ¿Dónde has estado realmente?— entrecerró los ojos.

—Salí a correr.— Fue lo primero que se me ocurrió. —Se me paso el tiempo, apenas pude bañarme y ponerme algo decente para venir aquí...aunque veo que igual mi madre no está completamente feliz.— Hice una mueca.

—Está bien, será mejor que vayamos con ella o sino tirará su furia con todas nosotras.— Se rio Selena y empecé a caminar junto a ella cuando Ángela me agarro la muñeca deteniéndome.

—¿En serio saliste a correr?— murmuro y me dedico una triste sonrisa.


No, la verdad es que salí con Harry, la persona que sigue siendo tú esposo y me sigo sintiendo culpable por todo el daño que te he hecho hace años y por todo lo que me hace sentir ahora él a pesar de que tanto lo niego.


—Sí...— mentí otra vez.



•••



Escoger el lugar donde se va a celebrar la fiesta después de la ceremonia, es más difícil de lo que pensaba. Al primer lugar que fuimos, se veía hermoso y era grande para todos los invitados que íbamos a tener, lo único malo era el color de las paredes. No contrastaban con la tela que habíamos escogido para la mesa, las servilletas y las flores. Mi madre estaba pidiendo que pinten todas las paredes, hasta incluso les ofreció dinero pero igual se rehusaron. Así que tuvimos que ir a otro lugar, en ese local si combinaba todo pero lo malo era que es pequeño y apenas cabían más de setenta personas. Estuvimos así por más de tres horas, buscando el lugar perfecto y la verdad, en este momento, podría escoger cualquier lugar con tal de poder sentarme, estaba cansada y me moría de sueño.


—No sabía que esto iba a ser tan cansado.— Murmure.

Ángela me escuchó y se rio. —Pensé que ya tenías una idea de lo cansado que es esto después de organizar mi boda.

—Bueno, por lo menos tu madre no se metió en cada detalle que tu querías, tu tenías ideas claras y felizmente lo encontramos a tiempo.

—Tienes razón, igual salió perfecto ese día.— Susurró. Su rostro estaba lleno de tristeza y en ese momento yo solo quería abrazarla al ver su expresión.

—¿Has hablado con Harry?— me atreví a preguntar.

—No, tampoco quiero hacerlo.

—¿Por qué no?

Risk It All. {h.s}Where stories live. Discover now