12

51 5 2
                                    


Clarisa.

Es todo. ¡Estoy muerta! ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora? ¿Cómo voy a explicar todo lo que hay dentro?
El corazón me explotará. Lo siento palpitar desde la raíz de mi cabello, hasta la punta de los dedos de mis pies.

Todas las miradas se mueven para centrarse en mi.

—¡No tengo tiempo para esto! —exclama Ellie. Su gesto se ha fundido en exasperación. —Me iré a formar para abordar. Ya hay demasiadas personas. —Y así, sin esperar respuestas, toma su maleta, para caminar directo a la fila, que se comienza a hacer más larga.
Muchas personas, van a Italia en estos días.

El guardia de seguridad inclina su cabeza a la izquierda, para comunicarse con alguien, a través de la radio, que descansa sobre su hombro.

—Esperame. —Bérenice agarra sus cosas, y sale disparada detrás de Ellie.
Basile, mira hacía donde camina su hermana, y después sus ojos se encuentran conmigo.

—¿Estarás bien, verdad Clar? —Coloca una mano sobre mi hombro. Asiento, claro que voy a estar bien.
Ella también asiente, y sonríe. Se va andando, pero camina con parsimonia.

Ahora hay dos guardias de seguridad.
Mis nervios se agudizan.

—Tú también, puedes irte. —le ofrezco a mi amiga, una sonrisa cariñosa.

—No me voy a mover de aquí. No te dejaré sola. —su mano se mueve, para rodear con el brazo a Chris.

—Cielo, Clar va a estar bien. No te preocupes. ¿Verdad, linda? —Chris, me dedica una sonrisa de chico perfecto. Cualquiera podría caer rendida bajo esa sonrisa, excepto yo. Creo que soy la única.

—Hmm, sí. Voy a estar bien. —asiento, pensando en otra cosa.

—¿Estás segura? —Donnie relaja el rostro. Asiento.
Ambos se alejan, y yo puedo volver a respirar con tranquilidad. ¡Por fin!

En cierto modo, Ellie me salvó. Uau, nunca imaginé que diría eso.
<<No lo dijiste, Clar. Lo pensaste>> Mi parte racional me reprende, como acostumbra a hacer.

Una vez, sola, el guardia número uno, tiene mis tarjetas en su mano derecha. ¿Cuándo abrió mis cosas? Me siento invadida.

—¿Qué es todo, por qué tantos nombres? — me mira expectante. A la espera de una pronta respuesta.
Bajo mis visión, entrelazo mis dedos, no sé que decir.

—Son... Invitaciones. — ¡Dios! <<Bastarda mentirosa>> mi conciencia me observa con amargura, suena los labios.
—Me voy a casar. —Ufs. —Esos son los nombres de mis tías y primas en Italia.

—Pero, sólo hay nombres. —Es el turno de que hable el guardia número dos.

—Voy a llevarlas a grabar. Además, —doy un taconazo. —No tengo que darles explicaciones sobre mi vida privada. —la mueca de ambos hombres cambia, y da paso a un rojo escarlata de vergüenza.

—Es cierto, lo sentimos. Disfrute su viaje, señorita. —el guardia uno, coloca las tarjetas dentro de mis cosas y cierra la valija, la baja para mi y me ofrece el mango, lo tomo.

—Gracias. —digo cortante. Camino y por fin, siento que estoy segura.

Me uno, a todos los chicos.
—¿Qué pasó, allá? —Donnie no tarda en interrogarme.

—Sólo fue un estúpido zarcillo. —me encojo de hombros. —Nada importante.

Donnie entrega su boleto. La mujer lo revisa. Es hora de sacar el mío.
Me toco el torso, el estómago y los bolsillos, primero uno. No está, estoy a un segundo de sufrir un paro cardíaco. Luego el otro, aquí está.

La chica, toma el maltratado papel y lo ve, examina que todo vaya bien, y me lo regresa con una sonrisa afable.

Me detengo cuando estoy frente a al ventanal más grande que allá visto en mi vida. Del otro lado, se prepara para despegar uno de los aviones de la aerolínea.

—Te voy a extrañar muchísimo, linda. —Chris habla muy cerca de los labios de Donnie.

—Yo también te voy a extrañar. No veo la hora de regresar y ser completamente tuya. —coloca las manos al rededor del cuello de él.

Mi estómago está gruñendo. ¡Tengo hambre!

—Tú ya eres completamente mía. —se acerca a ella, para besarle lento y con cariño. ¡Ay, sí! Me muevo para meterme por el medio de ambos.

—Ya, ya, ya. Tendrán toda la vida para de decirse cursilerías. En privado. —acentúo la "p"  —Ahora, vámonos. —le doy un beso en la mejilla a Chris y camino con Donnie arrastras.

***

Tengo que pedirle a la aeromosa, una píldora para relajarme. Estoy aterrada, los pies se me han clavado en el suelo. El corazón quiere volverse a salir. El pobre se somete a tanto estrés.

—Clar, ¿Estás bien? —Donnie que está en el asiento de al lado, toma mi mano. —Estás helada. —yo trago saliva. No logro articular ninguna palabra.
Los vuelos no me aterran, y no sé porque este si.
La aeromosa aparece y me da la tableta con la mitad de un vaso de agua. Donnie me la pasa. Después del agua, mi garganta y mi boca se lubrican. ¡Está deliciosa!

—Escuché, que varios aviones de esta misma línea, han tenido accidentes. —Ellie murmura, así que sólo yo puedo escuchar, ella está de mi lado, pero en la silla de atrás. Su comentario no necesario, me llena las venas de furia incontrolable, así que, reúno el poco coraje que aún está almacenado dentro de mi cuerpo, y me levanto rauda. Coloco el vaso sobre la mesa.

—Ya estoy lo suficientemente horrorizada, como para que tú me digas eso. —inhalo con fuerza. —Deja de ser una maldita perra. —la sonrisa, se borra de los labios de esa víbora, y la sorpresa salpica toda su cara.

Todas las personas en la cabina, dejan lo que están haciendo, y me miran con desaprobación. Claro, ellos no han oído lo que ella me dijo. Yo soy la loca aquí. —lo siento. —ahora yo soy la avergonzada. Donnie me ve con una sonrisa. Ella si ha escuchado lo que Ellie me dijo. Al parecer Bérenice igual, porque ella también me sonríe. Y Basile, tiene los pulgares levantados. Estoy empezando a apreciar a esa chica.

—Ya yo hablaré con ella, —me dice Donnie cuando estoy sentada otra vez.

—Eres demasiado poco para estar en primera clase. —Ellie me vuelve a decir. Esta vez, habla más bajo.
Donnie es quien se levanta en esta ocasión y se sube al asiento con sus rodillas, mira a Ellie y sonríe con gentileza.

—Ellie, ¿podrías callarte, ya? —¿Qué? Mi amiga no se sobresalta. Habla con su tono de voz natural, yo estoy sorprendida. ¡Es genial! —Gracias, —toma asiento. Sé que cara puso la perra de Ellie, sin necesidad de verle. Observo a Donnie, y le tomo la mano. Ella me sonríe y agarra una de las revistas dispuestas para nosotras en la mesa del medio.

¡Este viaje, será divertido!

Nota de la autora:

Hola, ¿Cómo van todos? Espero estén pasando un lindo, día o noche o tarde. Jjajaja. Depende de cuando lo lean.
Me encantó que Clarisa, le dijera a Ellie lo que le dijo. A fin de cuentas, se lo merecía. Igual Donnie. Increíble.
Esperen un pronto capítulo, los quiero mucho. Y no se vayan sin votar. Xoxo💖

¿Quién Eres? (CANCELADA)Where stories live. Discover now