Banana brain.

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  Baby girl, you're so fine

So, so fine, you blow my mind

Look at you, coochie coo

Juicy, tushy, gushy, goo

Boobie one, boobie two

Bouncing like a Looney Tune

Booty boomin', cookie juice

Gushin' out your coochie, boo

You're so cute, like Pikachu.

Iba Ninja saliendo de la clase, después de haber corregido exámenes. Andando por los pasillos, escuchó una aguda y melodiosa voz, proveniente de una de las aulas. Él quería descubrir de quién era esa voz, así que se asomó... pudo ver una melena rubia, sentada de espaldas a la puerta, y cantando una canción desconocida para los oídos de Ninja.

- B-b-baby 

Here, boy 

Are you crazy?

Down boy

Look at your cross face

Why you so serious?

You're so intense

Maybe why I'm so curious

I'm a lost soul, save me

Emotional, sway me

Touch me, shake me

I'm game, play me

Love me, hate me

Kiss me, take me

Break me, make me

Yours.- terminó de cantar. Ninja la miraba asombrado, nunca había escuchado una voz tan dulce. Yolandi sintió una presencia, y se dió la vuelta y se sorprendió al ver a su profesor.

-lo siento...- se disculpó Ninja.

-no pasa nada... puede sentarse si quiere.- dijo la rubia ruborizándose.

-no tienes que tratarme de usted cuando estamos fuera del horario de clases...-  murmuró Ninja.

-está bien... Ninja.- dijo la rubia sonrojándose.

Ninja se sentó al lado de Yolandi, lo cual provocó que la rubia se sonrojara aún más, y eso le pareció lo más tierno del mundo.

-¿qué cantabas?- preguntó el profesor.

-oh... es una tontería, pero es una canción que he escrito yo...- dijo tímidamente.

-¿podrías... cantar... para mí?- preguntó Ninja. Yolandi asintió con una sonrisa.

-Ooh I love my ugly boy

So rough and tough
Don't care about anything but me
Yes I just love him cause he's so crazy
Just crazy about me.- cantó Yolandi tímidamente.

-You and me make the whole world jealous

God knows I know my homegirl's precious
Life is crazy I know God bless us
Chill the fuck out I got this
You.- improvisó Ninja, siguiendo el ritmo de Yolandi. 

Yolandi sonrió, y así se pasaron el resto de la tarde: entre risas e improvisaciones, que ayudaron a éstos a conocerse mejor mutuamente.

***

Comablack.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora