Comablack.

Human Race.

I don't belong here
Not in this atmosphere
Goodbye, goodbye, goodbye
I don't belong here
Not in this atmosphere
Goodbye, goodbye, goodbye...

The real end:

Ninja entró en la mazmorra, dónde aún seguían Frank y Jamia, llorando desconsoladamente.

–Chicos... siento mucho esto.– Se disculpó.

–Ya no importa... ya no importa nada.– Murmuró Frank.– Siento tanto... dolor...

–Quiero ver a Melanie.– Interrumpió Jamia.

–No creo que sea buena idea.– Se negó el profesor.

–Quiero verla. Ahora.– Su mirada severa hizo que Ninja suspirara y asintiera.

El cuerpo de la chica yacía en el suelo, sin vida.

Jamia se arrodilló y abrazó el cuerpo, apretando la cabeza de la chica contra su pecho.

–Tenía que haber estado más atenta... debí sacarte de este lugar cuando aún tenía tiempo.– Sollozó. Las lágrimas caían sobre las mejillas de Melanie, resbalando por su piel pálida y fría.– Lo siento tanto...– Susurró cerrando los ojos y acariciándole el cabello.

–¿Que sientes qué?– Preguntó una voz dulce.

–Siento no haber sabido protegerte mejor...– Susurró la pelinegra.

–Yo creo que lo hiciste bastante bien.– El cuerpo de Melanie estaba caliente, lo que hizo que Jamia se apartara rápidamente. Estaba viva.

–¿¡Estás viva!?– Preguntó sin entender, pero demasiado feliz por ello. Comenzó a besarla por toda la cara haciendo que Melanie riera.

–Claro que sí, tonta... ¿No lo recuerdas? Tienes lágrimas curativas idiota.– Se limpió la cara porque la tenía llena de agua.– Eso sí, me duele todo...

–Llevadla a la enfermería.– Ordenó Ninja.

–Jam, revive a Gerard por favor...– Le pidió Frank.

–No, revive antes a Joe por favor.– Le pidió Andy.

Todos comenzaron a atosigar a la pelinegra para que reviviera a todo el mundo.

–¡Esperad!– El grito de Josh resonó en el pasillo.– Tengo una idea que no sé si resultará, pero si sale bien nadie habrá muerto.– Todos lo miraron expectantes.– Necesito la ayuda de Frank y de Jamia.

[...]

–¿Pociones con sus lágrimas?– Preguntó el castaño.– Eso es peligroso, revivir muertos es uno de los hechizos más prohibidos del libro.

–Ese no es el problema, el problema es... que no sabemos qué puede pasar con el fénix.– Dijo Josh.

El hechizo incluía una pluma de fuego y cien lágrimas. No sabían si podría soportarlo.

Era tan prohibido que conllevaba una gran carga.

–Me sacrifico.– Los interrumpió Jamia.– Si eso es lo que tengo que hacer para salvarles... lo haré.– Bajó la mirada y sonrió triste.– Pero no se lo digáis a Melanie.

–No permitiré que te pase nada.– La interrumpió el brujo.– Tiene que haber otra manera.

–No la hay, Frankie. Si quieres recuperar a Gerard, tengo que hacerlo.– Jamia le apretó la mano al brujo sonriéndole.– Quiero hacerlo, por favor...

–Es ahora o nunca...– Dijo Josh mirándolos a ambos. Frank suspiró y asintió a regañadientes.

Estaba decidido, harían la poción.