Prólogo.

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- No pienses que me quedaré más de lo necesario Nathan. – Murmuró la ojiverde girando lentamente el vaso de whisky que tenía entre sus dedos.

- Lo sé Lauren... De todos modos, sería bueno buscar algunos clientes... – Sonrió de lado el pelirrojo de ojos marrones.

Lauren detalló a su mejor amigo que vestía aquel elegante traje Gucci gris, camisa blanca y corbata delgada color cereza, además el pelirrojo llevaba el cabello engominado hacia el lado izquierdo, y en su rostro una barba de pocos días que sólo había remarcado aquella noche para la cena de aniversario de una de las clínicas privadas más prestigiosas de Miami.

- De todos modos, si yo fuera tú, no bebería tanto, recuerda que mañana tenemos consultas. – Murmuró Nathan haciendo sonar sus costosos zapatos contra el piso de madera del lugar.

- Por supuesto, nada más prometedor que una mañana de sábado escuchando a todas las mujeres de ésta ciudad deseando una liposucción, una mamoplastía o una rinoplastía.

Sus ojos brillaron al recordar la elegante consulta que tenía junto a Nathan, su socio dentro del mundo de la cirugía plástica. Había conocido al pelirrojo durante su especialización de cirugía en la Yale University, y luego al finalizar juntos habían decido que Miami sería el mejor lugar para comenzar un próspero negocio.

- Damon Meder ha sido muy astuto ésta vez, creo que ha concentrado a toda la población posible de médicos y cirujanos de la ciudad en un sólo lugar. – Dijo el pelirrojo luego de analizar detalladamente el lugar.

- Él es un hombre que sabe de negocios Nathan, aún me asombra que un hijo de puta obsesionado con el dinero como Meder haya soportado lo exigente de la facultad de medicina sólo por el dinero que ganaría, aunque ahora lleve años sin ejercer. Construir una de las mejores clínicas privadas en Miami ha sido lo mejor que le pudo pasar en la vida.

Nathan lanzó una sonora risa mientras miraba con agrado a su mejor amiga.

- Si él tan sólo supiera que...

- ¿Qué tal las cosas con Cynthia? – Interrumpió drásticamente la cirujana.

- Nada nuevo, está encaprichada en que quiere algo serio... Y yo no soy un hombre el que quiera casarse para darle una casa y una familia.

Los ojos color esmeralda se apartaron del rostro de su amigo para volver a ver la gran cantidad de personas que se reunían en aquel lugar. Había grupos que tenían una esmerada conversación, algunas parejas ajenas a todos besándose o riendo, mientras ella seguía en la barra con su socio.

- Yo sólo no quiero que pierdas otro carro por culpa de ésas mujeres con las cuales tienes sexo.

El pelirrojo hizo una mueca frente a Lauren, la cual se recordó de aquel viernes por la noche cuando al salir de la consulta encontró a su mejor amigo llevándose las manos a la cabeza luego de ver cómo una de sus antiguas conquistas había rasgado cada uno de los 4 neumáticos del BMW z4 estoril último modelo que había comprado Nathan.

Fue a mencionar algo cuando observó que el Dr. Damon Meder se acercaba a ellos, el hombre imponía con la altura que tenía, Lauren odiaba su irregular nariz prominente y la sonrisa que tenía con unos dientes blanqueados en exceso por algún odontólogo de Miami.

- Un gusto tener a los mejores cirujanos plásticos de la ciudad aquí, es un honor realmente... Gracias por venir. – Extendió la mano en saludo de forma alternada.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora