Capítulo 2.

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Nathan cortó el hilo de sutura bajo la atenta mirada de Lauren para terminar finalmente aquella abdominoplastía de lunes por la mañana. La cirujana le sonrió bajo la mascarilla a su mejor amigo el cuál luego de asentir en silencio se alejó para salir del quirófano. Sus propios pies salieron lentamente del lugar para luego retirarse metódicamente los guantes, la pechera estéril, la mascarilla y el gorro quirúrgico.

- Haré el protocolo y dejaré las indicaciones. – Apuntó Lauren.

- Hablaré con el esposo. – Sonrió Nathan alejándose del lugar.

Se sentó frente al ordenador donde sus dedos rápidamente comenzaron a digitar todo el detalle de la cirugía y luego las indicaciones del post operatorio. 

Un par de risas invadieron el silencio perfecto del lugar haciendo que sus ojos miraran por el rabillo a las personas que entraron por el marco de la puerta. Normani Kordei, Dinah Hansen y Ronald Kross, todo el pack perfecto de ginecología.

- Buenos días Dra. Jauregui. – Sonrió Kross, su piel trigueña contrastaba con aquellos ojos color miel.

- Buenos días Dr. Kross. – Saludó Lauren con un simple gesto de sus cejas.

- Hola Lauren. – Normani se sirvió un vaso de agua de la máquina del lugar.

- Me sorprende... Ahora que lo pienso, puede que muchas veces nos hayamos encontrado pero nunca habíamos hablado antes. – Sonrió sinceramente Dinah.

La cirujana plástica le regaló media sonrisa mientras se disponía a darle toda la atención al documento que escribía. Las voces de los tres ginecólogos se fueron alejando del lugar para devolverle la tranquilidad del silencio.

Ella siempre se había considerado una persona solitaria, amaba tener un espacio libre para adentrarse al 100% en su mente. La gente podría pensar que Lauren Jauregui amaba las fiestas, el descontrol, las mujeres y los viajes en costosos cruceros, pero la ojiverde era todo lo contrario, no le gustaban la fiestas ni el descontrol que se podía vivir en Miami, le gustaban las mujeres, por supuesto, no podía negar que muchas veces había pasado noches fugaces con alguna chica que conocía en algún bar o en las innumerables fiestas que organizaba Nathan, pero Lauren era de aquellas personas que solían levantarse a las 6.00 AM para salir hacer buceo o algún deporte acuático y pasar horas en la playa junto a su perro.

...

- Estamos muy felices de que ahora trabaje con nosotros, es un honor sinceramente Dra. Cabello. – Sonrió de forma animada la mujer de cabellos blancos.

- El honor es mío, Dra. Morgan. – Se despidió.

Camila miró con ternura el rostro de quien había sido su mentora durante su especialización en pediatría, volver al hospital público donde ella había pasado años atendiendo a una gran cantidad de niños de la ciudad parecía un leve déjà vu.

- ¿No te parece un poco rápido salir de un trabajo para entrar en otro? – Resonó una voz a su lado derecho.

- ¡Will! – Habló sorprendida la pediatra para luego reír levemente.

Se lanzó a los brazos de su amigo, llevaba un poco más de tres años sin verlo. El chico alto de cabello negro y piel morena le abrazó tan fuerte que sus pies abandonaron rápidamente el suelo.

- Mírate Cabello, has tomado un buen bronceado en tus vacaciones por los safaris de África.

- ¡Oye! – Le miró entrecerrando los párpados.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora