Danger |HS| (Sin editar)

Ce n'est pas un endroit pour toi.

La cafetería se encontraba llena de gente y se escuchaba un conjunto de voces que me estaban taladrando el cerebro. Eleanor y yo estábamos en la mesa esperando a que vengan los demás.

"Jess, tengo que contarte una cosa" dijo Ele.

Suspiró y me di cuenta de cómo sus mejillas empezaban a coger color, no sabía si era por vergüenza o no pero empezaba a creer que yo tenía algo en la cara y por eso se quedaba callada sin decir nada con la cara más roja que un tomate.

"Ele estás roja... ¿Qué quieres decirme?"

"Pues yo y..."

La alegre voz de Adele y los demás nos interrumpieron, Louis me saludó con un amable sonrisa, se acercó a Eleanor y la besó. Me encontraba con la boca ligeramente abierta y los ojos abiertos como en los dibujos animados, seguía sin creer lo que acaba de pasar.

"Louis y yo estamos juntos" dijo mirando el suelo.

Yo seguía con mi cara épica, me gustaría verme en estos momentos seguramente estaba con la mandíbula a dos centímetros del suelo y los ojos a dos metros de las cavidades. Quería hablar pero no podía, acabé balbuceando en un intento de coordinar palabras.

"¿Desde cuando?" pregunté.

"Una semana" contestó Adele por ella.

Eso me sintió bastante mal, pensaba que Ele confiaba lo bastante en mí y me lo diría el mismo día sin tener que esperar una semana. Yo tampoco me podía quejar ya que no le contaba mucho sobre mí pero es diferente no lo podía contar a nadie que estaba en este internado para huir de tres asesinos que mataron a mi padre hace un año atrás. En este tema no podía confiar en ella, no podía confiar en nadie, sólo en mi madre.

"Jess, no te lo dije antes porque no encontraba el momento" dijo Ele.

"No te preocupes no me importa" dije intentando sonar lo más auténtica posible porque realmente me había dolido.

"¿Segura?" dijo con su mirada fija en mí.

"Segura".

(...)

"Caminaba entre un oscuro bosque en el que los árboles parecían estar muertos pero transmitían sensaciones indescriptibles, sentía que me observaban y que no me encontraba sola. Seguía caminando por un camino de piedra gris con una que otra hoja en el suelo, de un color negro intenso como el paisaje en el que me encontraba. Mi atuendo también era completamente negro. No entendía el porqué de este paisaje tan triste. Escuché una rama seca romperse a unos metros de mí, me giré lentamente para descubrir quien más se encontraba conmigo.

"Ce n'est pas un endroit pour toi"

Esa frase fue pronunciada por una voz profunda y bastante lejana, en estos momentos maldecía no haber prestado más atención en clase de francés. Una fría brisa se levanto haciendo estremecerme de pies a cabeza y erizar la piel que se encontraba expuesta al temporal. A lo lejos se veía un pequeño tornado de hojas negras moverse a una velocidad extrema. Sentía miedo pero mis pies se movieron hacía ahí sin hacer caso omiso a mi cerebro el cual les decía que no se moviesen y que echase a correr en dirección contraria.

"Ce n'est pas un endroit pour toi"

Esa frase resonó can más ferocidad enviando una brisa de viento mucho más fuerte azotándome la cara. Quería detenerme pero no podía, mis piernas caminaban frenéticamente sin descanso. El tornado de viento se hizo más grande cuando llegué a escasos metros de él. Unos ojos rojos aparecieron en él y una arrogante y enorme sonrisa tenebrosa apareció.