Don't Stop II - Dinah Jane (C)

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___ POV

Vaya.

Hoy es uno de esos días en los que mi hermosa novia no se siente del todo animosa. Nos levantamos como es nuestra costumbre: yo primero para tenerle el desayuno listo. Se lo sirvo en la mesa y voy a despertarla. Ella siempre es como 'déjame dormir un poco más.' y siendo la persona traviesa que soy, siempre la convenzo de levantarse con un par de besos subidos de tono... o algunas veces recurro a un poco de sexo mañanero.

Finalmente quiso desayunar, pero tuve que cargarla hasta la mesa. Para serles honesta tuve un poco de problemas puesto que ella es más alta que yo. Logré sentarla y se dedicó a desayunar en silencio: café negro y huevos fritos. En ése momento supe que sería un día bastante largo y complicado tanto para ella como para mí: algunas veces no sabía cómo animarla.

—Dinah, vamos por helado —dije sonriendo de lado.

Volteó a verme y me dedicó una mirada de 'no quiero hacer nada'.

—No —contestó simplemente.

Suspiré.

Sí: definitivamente sería más largo y complicado de lo previsto.

—Podemos ver una película —sugerí animosamente.

—Como quieras —dijo aburrida.

—De acuerdo, hagamos eso —dije sonriendo.

Es mi deber como su novia hacerla sentir mejor y feliz. Sí, a lo mejor ella no era la persona más dulce del mundo cuando se ponía así, pero no me molestaba: siempre habrá días malos, siempre habrá días en los que estemos más flojos que de costumbre; menos enérgicos. Fui a nuestra habitación y preparé Netflix. Tenía un gusto peculiar más por las películas animadas que por las versiones humanas. Ella adora a La Pantera Rosa, así que opté por poner la serie que hasta hace poco estaba en Netflix.

Preparé palomitas, preparé un par de sodas y algunos dulces. Ella jamás se movió de la silla donde se sentó para desayunar. Cuando tuve todo listo, fui por ella; seguía en la misma posición.

—Hey bebé, vamos, está todo listo para un buen maratón de... —comencé.

—¿De qué? —preguntó ladeando la cabeza.

Incluso su voz se escuchaba más desganada que de costumbre.

—¡La Pantera Rosa! —dije entusiasmada.

Rió un poco: eso ya era un logro.

La cargué sobre mis hombros y ella comenzó a patalear.

—¡Bájame! —demandó riendo.

—¡Nunca! —dije soltando una risa malvada.

La coloqué con cuidado sobre nuestra cama y acomodé los dulces de modo que estuvieran a su alcance. Me recargué en la cabecera de la cama y ella se movió y se acurrucó a mi lado, abrazándome.

—¿Me toca ser tu osito personal? —pregunté divertida.

A veces ella era una bebé por completo... bueno, más de lo normal.

—Sí: mi osito —dijo con voz de bebé.

Rodé los ojos internamente: amo tanto a ésta mujer. Se acomodó mejor y le di play a la serie. Estuvimos en la misma posición alrededor de las primeras dos temporadas que vimos de La Pantera Rosa. Tenía un brazo dormido, pero realmente no me importaba: si ella estaba feliz entonces yo también lo estaba.

—Creo que tuve suficiente de nuestra amiga La Pantera Rosa —dijo bostezando.

—¿O verde? —pregunté alzando una ceja.

Imaginas & One-shots de Fifth HarmonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora