Lou VI - Camila

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The beginning of the end.

___ POV.

—Esto es todo lo que pude encontrar en la biblioteca celestial.

Camila entró a la —ya mencionada—habitación blanca y puso todo alrededor de mi cama. Parecían pergaminos y libros que en cualquier momento se desmoronarían si los movieses descuidadamente.

La cosa es que..., bueno, eran demasiados como para leerlos en un día.

—Hmmm... ¿Ángel? —dije volteando a verla.

—Lo sé, lo sé —dijo frustrada.— Son demasiados, pero creo que podré reducirlos en un par de horas.

Camila empezó a ordenar todo. Pensé un momento y rogué porque mi idea funcionase. Si Dios dice que soy más fuerte de lo que creo, entonces podría ser cierto.

Me senté rectamente, cerré los ojos y respiré profundamente. Llegó un momento en que me sentía casi dormir.

—¿_____? —preguntó Camila asustada.

Escuchaba su voz muy a lo lejos. No contesté y seguí en mi meditación.

—_____, estás asustándome. ¡Estás tornándote demonio otra vez!

Sentí mis alas desplegarse y comencé a sentir el calor de la llama entre mis cuernos. Abrí los ojos de golpe. La mirada atenta de Camila era al mismo tiempo una de temor.

—¡Tus ojos! Ahora son ama–

—Veni ad me! —dije firmemente.

Los libros y pergaminos comenzaron a removerse.

—Veni ad me! —repetí.—Nunc!

Un libro de dos pulgadas salió disparado hacia mí, atrapado a tiempo por mi mano derecha.

A voluntad, volví a mi forma semihumana.

—¿_____?

Volteé a verla.

—¿Camila?

—¿Estás bien? Estabas tornándote demonio, pero no terminaste de hacerlo —dijo extrañada.—¿Qué acaba de pasar? ¿Cómo es que...? Se supone que no puedes transformarte en demonio cuando estás herida.

—No tengo idea de qué sucedió —contesté sincera.—Solo pensé en lo que necesitaba.

Me miró con curiosidad.

—Un libro específico que hable de lo que necesito saber para poseer a alguien.

Miré hacia abajo y noté que mi antebrazo estaba sanado. Había una cicatriz, lo que me parecía curioso porque nunca antes una herida me había dejado marca... aunque claro, no es que todos los días un ángel me hiera.

—Será mejor que cortes de nuevo mi brazo, antes de que Deamon sepa dónde estamos.

—Eso dolerá —dijo viéndome.

—Solo hazlo.

Le tendí mi brazo. Se inclinó a dejar un beso en él antes de proceder. Tomó mi mano con fuerza. Su dedo índice comenzó a brillar azul. Me miró y yo asentí. Un «lo siento» salió de su boca.

Todo se volvió negro otra vez.

——

Un dolor punzante me despertó. Me incorporé con delicadeza de la cama. Miré a Camila en una esquina muy concentrada. Ella desvió su mirada hacia mí y sonrió.

—Hola otra vez —dijo.—¿Cómo te sientes?

—Un poco cansada, pero bien.

Miré mi brazo y ahora había una segunda raya justo al lado de mi cicatriz. Estaba un poco manchada de mi sangre, pero no escurría.

Imaginas & One-shots de Fifth HarmonyWhere stories live. Discover now