Cap. 2.- La propuesta rechazada

91 5 0
                                    

"Ahora sabes la verdad" - Killer -

Días después de la muerte de Graciela, se celebró el desfile conmemorativo de la libertad por el segundo aniversario de la muerte del malvado emperador del imperio de Britannia a manos del símbolo de la justicia, Zero.

Con la liberación del área 11, que recuperaba el nombre y la identidad de Japón, fue solo cuestión de tiempo para que el resto del imperio se fragmentara y las áreas restantes pidieran libertad. En pocos meses, el Sagrado Imperio de Britannia dejaba de existir para dar paso a los gobiernos independientes de los países.

A pesar de que Alex seguía de luto por la muerte de su nana no podía faltar al desfile puesto que iba a participar en él.

-Era lo que ella habría deseado- dijo Giselle, tomandole la mano a Alex.

-Buena suerte, hija- dijo Rice, llevandose a Giselle a donde estaban sus lugares.

Una vez solas madre e hija, Amanda dijo:

-Ojala caigas y te estrelles en el suelo.

-No te daré ese gusto- replicó Alex.

Ambas se alejaron. El desfile comenzó con algarabía y regocijo. Los estudiantes marcharon, los deportistas jugaron sobre la marcha, laa caravanas pasaron y los más experimentados deleitaban al público con pirámides espectaculares hasta que al fin fue el turno de los circenses.

Trapecistas, malabaristas, ilusionistas y magos sorprendían con sus actos conforme su caravana avanzaba. Los artistas acróbatas, entre los que se encontraba Alex, iban al final, a pie.

En cuanto la atención de los presentes se centró en ellos, de inmediato crearon una piramide alta, en cuya cúspide se encontraba la joven peliazul. El equilibrio de la torre era precario, y un simple desliz catapultaría a todos abajo.

Alex mantuvo la calma. Tenía que saltar desde lo slto hacia la caravana, donde los trapecistas la recibirian, pero para eso la torre debía moverse cinco pasos. En el tercero, uno de los acróbatas de la base dio un paso en falso y tropezó, provocando que, entre maromas, la torre se deshiciera. Alex saltó dando varias volteretas por el aire y fue recibida por los trapecistas.

Al terminar el desfile, la joven se dirigió al kiosko mientras su familia se reunía con ella. Se sentó en uno de los escalones sin mirar a ningún punto en especifico.

-Estuviste maravillosa ahí- dijo una voz.

Alex sonrió. No necesitó mirar para saber quien era.

-Así que ya te contaron de mi existencia- dijo voltendo hacia quien le había hablado.

Vio a un hombre, alto y delgado, de cabello blanco y ojos rojos que le sonreía con cortesía.

-Tuvieron que hacerlo- dijo.

-Traidores- dijo Alex sin emoción alguna.

-No los culpes.

-No los culpo a ellos. Te culpo a tí, Karlheinz.

El hombre rió entre dientes,mirándola con detalle.

-No puedo creer que Luluka lo haya logrado- dijo, cambiando el tema-. Con lo estúpido que es...

-Dale algo de crédito- replicó Alex-. Logró engañar al mismísimo rey de los vampiros, así que muy estúpido que digamos no es.

Karlheinz frunció el ceño, y Alex miró a ambos lados asegurándose de que no se acercaba su familia.

-Te tengo una propuesta- dijo el vampiro-. Mis hijos...

-No- le interrumpió Alex, contundente-. Sé lo que me vas a pedir y olvídalo. La respuesta es no.

-Sabes que con eso pones en riesgo a tu familia, ¿no?- amenazó Karlheinz.

Alex volteó a verlo con una mirada gélida.

-Toca a mi familia y mataré a todos tus hijos, uno por uno. Tengo el poder y la voluntad para hacerlo.

El vampiro soltó una risa burlona.

-Tienes agallas, niña- dijo, y se fue.

Alex resopló, soltando la tensión que había acumulado. Menudo lío en el que estuvo a punto de enrollarse.

Atrapada entre mundos (1/2)Where stories live. Discover now