Cap. 13.- Juramento de venganza

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"¿Te sientes fría y perdida en la desesperación?" - Iridiscent -

-Por que los caminos de nuestro señor son inescrutables, debemos encontrar en Su palabra resignación por la pérdida sufrida. Amén.

Alex nunca había sido una mujer religiosa. Como vampiresa, las cuestiones de la religión no tenían interés alguno para ella. Pero su padre, Rice Shintal, sí era religioso. Por ese único motivo había accedido a dar cristiana sepultura a su padre, lo contrario hubiera sido un insulto a su memoria.

Mientras la misa se celebraba, Alex rememoró lo sucedido luego de presenciar el incendio. Le habían llevado al instituto médico forense para identificar los restos calcinados del hombre que, sin ser ella su hija, la había criado como tal. Después le tomaron declaración. Y luego le dijeron que debido al siniestro no podrían hallar rastro de Giselle. Amanda estaba en el hospital, bajo custodia policial al ser un potencial testigo.

Luego, siguieron los tramites para sacar el cuerpo, los preparativos para el funeral y el velorio. Recibió incontables pésames, innumerables abrazos de consuelo, palabras de aliento y lamentos. Y para el final del día, se quedó sola frente al sepulcro de su padre.

La joven observó con mirada ausente la tumba de su padre, con la cabeza dándole vueltas sin tener nada en claro. Escuchó como alguien se le acercaba y sintió una mano en su hombro. Alex se volteó, y sus ojos rojos encontraron los ojos violetas de Lelouch Lamperouge.

-Alex, lo lamento- dijo él.

Ella lo abrazó, gesto que él correspondió de inmediato. Por un momento se mantuvieron en silencio. Alex dejó caer una silenciosa lágrima que rodó por su mejilla, y los dos se separaron. Entonces Alex se dio cuenta de que Lelouch no venía solo: cuatro chicos lo habían acompañado.

-Espero que no te moleste... - dijo el azabache-

-Esta bien- dijo Alex con voz ronca.

El más alto de ellos, un chico castaño desgarbado, se acercó, abrazando a la muchacha antes de que ella diera un paso.

-Conejita...- dijo Yuma Mukami.

Los otros tres se le acercaron, y un chico rubio de ojos azules dio un paso adelante.

-Lo sentimos mucho- dijo Kou Mukami con sincera tristeza.

Alex volteó hacia él y le sonrió con pena.

-No tenían por que...

-¿Venir?- le interrumpió Azusa-. No fue... ninguna molestia...

-No podíamos dejarte sola- intervino Ruki.

Lelouch se mantuvo deliberadamente al margen. Kou volteó hacía él y le guiñó el ojo.

-Fue Lelouch quien nos trajo hasta aquí- dijo.

-Gracias- dijo Alex-. A los cinco.

Y se echó a llorar en brazos de Yuma.

A petición suya, los cinco muchachos dejaron sola a Alex. Era noche cerrada. Seguramente estarían en la escuela, siguiendo sus rutinas, preguntándose si ella estaría bien.

Frente a la tumba de su padre, Alex juró venganza. Y tomó una decisión: averiguaría la verdad por sí sola. Volvería a la casa Sakamaki solo hasta obtener las respuestas que necesitaba y después se iría en busca de los responsables. Los asesinaría a todos y encontraría a Giselle.

Y después ambas se irían de ahí.

Atrapada entre mundos (1/2)Where stories live. Discover now