Cap. 10.- Crímenes al descubierto

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"Ángel siniestro, condena mi alma" - Ángel Seductor -

Alex teletransportó a Raito a su habitación. Con suerte, despertaría confundido y sin tener idea de que había pasado. Luego se vistió rápidamente y salió con el uniforme en una bolsa. Si lo dejaba en la casa, tendría que explicar por que estaba manchado de sangre y eso, además de incómodo, sería peligroso. Lo más práctico sería ir a una tintorería y contratar el servicio exprés por que si iba a su casa probablemente su madre la correría a patadas. Después de dejar el uniforme, fue a visitar a Lelouch, pero sorpresivamente se lo encontró a medio camino.

-Alex- dijo, tragando saliva-. Que... sorpresa.

-¿Pasa algo?- preguntó.

-No... sí. Sparky se enfermó y tiene que estar en observación. Puedo llevarte a la veterinaria, si quieres.

Alex asintió y los dos emprendieron su camino a la veterinaria. Al parecer, Sparky comió algo de la calle mientras Lelouch lo sacaba de paseo y se intoxicó. En la veterinaria la habían atendido pero tenía que permanecer en observación unos días para descartar cualquier otra infección más grave.

Dieron vuelta por una esquina y habían avanzado varias cuadras cuando repentinamente Lelouch se detuvo y se ocultó. Alex estaba estupefacta, y como una autómata se dirigió hacia un callejón donde se había juntado bastante gente. Su atención se centró en una chica, de cabello rosa y con un ceñido uniforme negro, observando los dos cuerpos que estaban ahí. La peliazul entró en pánico.

-¿Qué ha pasado?- dijo, fingiendo demencia.

-Un asunto horrible, horrible- dijo una mujer, atrayendo la atención de la chica.

Alex tragó saliva al verla acercarse. La chica llegó a su lado y se presentó:

-Soy Kallen Kouzki. Necesito hacerles unas preguntas.

-Yo no sé nada- dijo la mujer, y se fue.

Kallen intentó alcanzarla pero la mujer ya iba muy lejos, por lo que volteó hacia Alex, quien dijo:

-Yo paso por aquí yendo a la escuela.

Al instante siguiente, se dio de topes mentalmente. ¿Como pudo ser tan estúpida como para decir eso? La chica sonrió animada y dijo:

-Entonces puedes ayudarnos. Tu testimonio...

Uno de los auxiliares soltó una exclamación de sorpresa y Kallen volteó hacia el callejón, momento que Alex aprovechó para escabullirse de ahí. Cuando Kallen volteó hacia el frente, Alex ya no estaba ahí. Resopló.

Vaya suerte la suya, ocuparse de unos cadáveres. No era que le espantaran los cuerpos, pero esto era algo nuevo: uno desangrado y uno con la cabeza destrozada. ¿En qué empezaba a convertirse el mundo? Todo parecía ir bien desde la caída de Britannia y ahora pasaba esto; cuerpos desangrados y mutilados. No era de extrañar que Zero estuviera preocupado, incluso había solicitado una reunión con alguien que podría ayudarles. Y mientras tanto, Kallen era sus ojos y oídos en el exterior.

Este parecería ser un caso peliagudo.

~~~~~

Alex se encontraba en la cafetería de la escuela. Necesitaba un café urgente para no quedarse dormida en clases y sobre todo, para no perder la calma. Estaba preparándose una taza cuando un chico con aires de matón se le acercó.

-Te he visto con el chico Lamperouge- dijo.

-¿Y?- preguntó ella.

-No te conviene estar cerca de él- dijo el chico.

Alex arqueó una ceja bebiendo del café.

-¿Me estas amenazando? No deberías hacerlo- dijo.

El chico iba a replicar, pero se lo pensó mejor y se fue. La chica bufó y siguio bebiendo su café. En ese momento escuchó una voz pausada a sus espaldas.

-Sabía... que estarías... aquí.

Alex se dio la vuelta, con una sonrisa, y vio a un muchacho de cabello gris y ojos apagados, con varias heridas visibles en el rostro y vendas en los brazos. Al momento, se le lanzó encima y lo abrazó, gesto que el chico le correspondió.

-Extrañaba... verte- dijo Azusa Mukami.

-También te extrañé- dijo Alex-. ¿Como estas?

-No puedo... quejarme.

Los dos chicos platicaron tranquilamente, poniéndose al corriente. Si Azusa estaba sorprendido de saber que Alex era la nueva novia de los Sakamaki, no lo demostró. Probablemente, dedujó Alex, ya lo sabía; y de igual modo, ella tampoco se sorprendió cuando él le mencionó a su Eva.

-Claro que...- había concluido el muchacho-... Eva eligió... estar con... Ruki...

Parecía decepcionado, pero se repuso rápidamentev y se despidió, ya que tenía que ir a clase. Azusa salió en el momento en que Kanato entró. Alex tragó saliva, preocupada, y no pudo evitar espantarse en cuanto Kanato se acercó.

-¿Tú también vas a traicionarme?- dijo con voz melosa, al borde del llanto-. Vas a dejarme y te irás con él.

-No... - dijo Alex-. No voy a irme con nadie.

-¡No te creo!

Y sin previo aviso, Kanato la mordió, sujetandola con fuerza. Alex dió un respingo, no tanto por el repentino mordisco, sino por la posibilidad de que alguien pudiera verlos.

-Kanato- dijo la serena voz de Reiji.

El trillizo se separó de su presa, con un hilillo de sangre chorreando de su boca. El mayor lo observó con severidad acomodándose los lentes y dijo:

-Llegarán tarde a clases.

Y echándole una sombría mirada a Alex, se fue sin decir nada más. Kanato miró a Alex entre furioso y dolido.

-No te perdonare, aunque me lo pidas de rodillas- dijo.

Y se fue. Alex soltó un suspiro cansado y salió de la cocina para ir a clases.

Atrapada entre mundos (1/2)Where stories live. Discover now