Cap. 19.- Identidades descubiertas

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"Todos a quienes ayudé se han convertido en algo más" -  Inglorius -

Hoy era un día sin precedentes.

El líder de la Orden de los Caballeros Negros se reuniría con el mejor detective del mundo en una reunión donde se hablarían los pormenores del caso en el que trabajaban.

La comitiva de los Caballeros Negros se detuvo frente a un edificio, y Zero entró acompañado únicamente por Kallen, mientras los demás montaban guardia fuera. Ambos fueron escoltados dentro por uno de los agentes de L hasta llegar a una sala de reuniones.

-Bienvenidos- dijo una voz detrás de una silla-. Me gustaría que nos dejaran solos, por favor.

Kallen dio un respingo y se apresuró a replicar:

-Pero... ¿de qué se trata esto?

-Esta bien- le atajó Zero-. No tenemos de que preocuparnos, ¿verdad?

-Por supuesto que no- dijo la voz-. Comandante Lester, ¿podría acompañar a la señorita Kouzki fuera?

El hombre que los había escoltado fuera asintió y salió con Kallen, cerrando la puerta tras de sí.

-Dado que vamos a unir fuerzas en este caso, me gustaría que fuéramos totalmente honestos uno con el otro.

-Y eso quiere decir...

-Que cuando nos reunamos será sin máscaras ni ocultamientos.

La silla se volteó dejando ver a su ocupante. Era un muchacho de poco más de veinte años, de tez clara, ojos grises y cabello blanco que vestía de pijama. Sonrió levemente y, jugando con un mechon de cabello, declaró:

-Yo soy L. Pero puedes llamarme Near.

Zero se sorprendió. ¿El mejor detective del mundo era un niño? Suspiró, un acuerdo era un acuerdo, y se retiró la máscara dejando ver el rostro de un muchacho castaño de ojos verdes. Una profunda tristeza asomó a su mirada cuando dijo:

-Yo soy Zero.

El peliblanco ladeó la cabeza, mirándole con curiosidad. Near en realidad era el sucesor de L, ya que el verdadero había muerto a manos de Kira, a quien él logró desenmascarar y finalmente detener. Pero ese era un secreto que nadie podía saber.

-¿Tienes algún otro nombre?- preguntó sin reparo.

El castaño mantuvo el gesto inexpresivo. En otro tiempo, él había sido Suzaku Kururugi, hijo del último Primer Ministro de Japón, y caballero del Imperio de Britannia. Pero eso era parte del pasado.

-No- respondió.

-Que curioso- dijo Near-. Juraría que te he visto antes, en alguna parte...

Suzaku se mantuvo inexpresivo, pero su corazón dio un vuelco. Near se encogió de hombros como si se desembarazara de algo y dijo:

-No te llame por eso, sino por que deseo repasar el caso contigo. Más concretamente, me gustaría llamar tu atención en ciertos detalles de este caso que me intrigan bastante.

-Dime.

Near señaló la mesa, donde estaban varios expedientes apilados y varios muñecos. Señaló la pila de archivos y luego tomó el primero.

-Estos son los expedientes de las víctimas recientes- dijo, dejando el expediente en su lugar-. ¿Notas algún patrón?

Suzaku echó un vistazo rápido a los archivos.

-Todos murieron de un ataque al corazón- dijo.

-Incluso quienes no tenían por que morir así- dijo Near, jugando con un mechón de su cabello-. Zero, ¿qué sabes sobre el caso Kira?

-Lo mismo que todo el mundo: asesinaba criminales sin dejar evidencia alguna. Las víctimas morían de un ataque al corazón...

De inmediato, Suzaku captó a donde quería ir a parar Near.

-¿Crees que esto tiene que ver con Kira?- preguntó-. Es su modus operandi, cierto, ¿pero no lo habías atrapado ya? Se supone que Kira fue ejecutado.

-La persona detrás de la identidad de Kira murió- dijo Near ,y miró a su interlocutor a los ojos-. Lo que voy a decirte probablemente te será difícil de creer, y por lo mismo no puede salir de esta habitación: el arma de Kira era una libreta...

-¿Una libreta?- le interrumpió Suzaku.

Near asintió, y de inmediato explicó:

-Esa libreta, llamada Death Note, tiene el poder de matar a una persona con solo anotar su nombre. Se puede anotar también la causa de muerte, y otros detalles, pero si no se anota una causa, la persona morirá de un ataque al corazón. Asumo que el término "shinigami" te es familiar.

Suzaku asintió, repimiendo un recuerdo que amenazaba con salir a la luz.

-Son dioses de la muerte- dijo-. ¿Me estas diciendo que... existen?

-Yo vi a uno con mis propios ojos- le aseguró Near-. Los propietarios de las Death Note son los shinigamis, pero si alguna cae a este mundo y la toca un humano, pasa a ser propiedad de ese humano, junto con el shinigami.

Ambos permanecieron en silencio. Finalmente, Suzaku aventuró:

-Kira tenía una Death Note.

Near asintió.

-Y hay otra cosa...

~~~~~

-¿Un trato?

Alex observó a Light con incredulidad, y el castaño asintió.

Hasta el momento, no había tenido más problemas de lo acostumbrado: Shuu y Subaru se dedicaban a ignorarla, Reiji seguía usándola como conejillo de indias y los trillizos seguían acosandola. Los entrenamientos iban bien, y gracias a Lelouch había conseguido una lista con los miembros de la autodenominada "secta del golpe final". Un búsqueda por Internet le proporcionó los rostros de todos ellos y los mató de un ataque al corazón a casi todos, los de menor jerarquía. Con uno el truco no funcionó.

Fue en ese instante, mientras se comía su rabia, que Light le dijo:

-Puedo ofrecerte un trato.

A Alex le daba mala espina, pero igual preguntó:

-¿Qué clase de trato?

-Un intercambio- dijo Light-. Verás, a los shinigami se nos hace muy fácil matar a alguien por que nuestros ojos nos permiten ver el nombre de nuestras víctimas y los años de vida que le quedan con solo ver su rostro.

"Eso es algo muy útil", pensó Alex.

-Un shinigami puede intercambiar sus ojos con la persona que tenga su Death Note a cambio de la mitad de los años de vida que le quedan- siguió explicando Light, y remató-. En resumen: dame la mitad de tu vida y yo te daré mis ojos.

El shinigami soltó una risa burlona mirando a la vampiresa.

-Claro que, para un ser inmortal, la mitad de una vida humana es como quitarle un pelo a un gato- dijo.

-Pero ambos salimos ganando- dijo Alex-. Yo obtengo tus ojos y tú más años de vida que cualquier otro shinigami soñaría con tener. Hagamos el trato.

Light sonrió, y poniendo una mano sobre su cabeza le cedió el poder de sus ojos a Alex. Al abrirlos, ella decidió probar su nueva habilidad con el sujeto al que no había podido matar. Miró de nuevo la fotografía que consiguió en Internet, y sonrió. Veía justo lo que Light había descrito.

-Hora de la segunda ronda- murmuró, anotando en la Death Note lo que tenía en mente.

Atrapada entre mundos (1/2)Where stories live. Discover now