Cap. 20.- En busca de libertad

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“Dame la llave de la salvación”  - Genesis -

‘En otras noticias, el empresario Togo Sashimaro fue encontrado muerto en su casa la noche del sábado…’

-Que fastidio- murmuró Shuu acomodándose en el sillón.

Los seis hermanos estaban reunidos en la sala, frente a un televisor, mirando las noticias.

-¿Por qué hay que preocuparse de la muerte de un simple humano?- inquirió Reiji apartando la vista del libro que tenía en el regazo-. Tarde o temprano, todos los humanos mueren.

-¿Y por qué perdemos el tiempo viendo esto?- reclamó Kanato-. Tengo cosas más importantes de que ocuparme, es inaceptable que pierda el tiempo así.

-Fue una orden de esa persona- dijo Raito, sin prestar atención.

La única que miraba con atención era Alex. Era de vital importancia para ella enterarse de lo que pasaba.

-El empresario, cuyo verdadero nombre era Saito Takimura, y que tenía planes de entrar a la política, fue encontrado en su casa sin vida- dijo el presentador-. Las primeras hipótesis apuntan a un suicidio, aunque fuentes alternas….

-Esto es una pérdida de tiempo- se quejó Ayato.

-¿Por qué ese tipo nos obligaría a ver esto?- preguntó Shuu-. ¿A nosotros que nos importa el destino de la humanidad?

-Tal vez su padre tiene algo que ver- dijo Alex.

Los hermanos permanecieron en silencio, permitiéndole a Alex escuchar la última parte de la noticia:

‘Se ha mencionado la existencia de una carta, donde entre otras cosas, el fallecido menciona a algunos de los muertos por fallas cardíacas’.

“¡Sí!”, pensó la chica.

-Las cosas te van según lo planeado- dijo Light con una media sonrisa.

Alex asintió. Las cosas le iban tal como esperaban. Se puso de pie y notó las miradas de los Sakamaki sobre ella.

-¿Qué?- preguntó-. Oh, vamos. El tipo iba a ser político, su padre es político, los políticos matan a su competencia. Es perfectamente pausible.

“Además”, pensó la vampira, “no sería lo peor que él haría”

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Ver el mundo a través de los ojos de un shinigami era interesante. Junto con las personas, frente a Alex desfilaban cientos de nombres y años de vida. Al llegar al instituto le sorprendió ver a la mitad de quienes se encontraba sin años de vida.

-¿Por qué no veo mis años de vida al verme en el espejo?- le había preguntado a Light esa misma mañana.

-No es prudente que un humano sepa cuando va a morir- respondió Light.

-Yo no soy humana.

-Pero te comportas como tal. Además, eres inmortal y tienes una Death Note. Los años de vida de los inmortales no se ven por ser infinitos y los que poseen una libreta han dejado de ser posibles víctimas.

La chica pudo comprobarlo al ver a los hermanos Sakamaki. Veía sus nombres, pero no sus años de vida.

-Increíble que la mitad de los estudiantes sean vampiros- susurró Alex yendo a clases.

-Es un instituto nocturno, ¿qué esperabas?- dijo Light con una carcajada-. Por cierto, ¿qué clase te toca?

Alex le lanzó una mirada asesina, y Light sonrió. Tenía clase de biología; ella amaba esa materia pero para su mala suerte su compañero de laboratorio era Ayato. Por esa única vez hubiera preferido tener cerca a Reiji, al menos él entendería las indicaciones al vuelo.

-Pudo ser peor- dijo el shinigami.

-Sí, ya sé. No me molestes.

Alex se dirigió al laboratorio y al instante tuvo a Ayato cerca. El pelirrojo le sonrió y ella se puso nerviosa. ¿Por qué de repente se puso así?

-Oye, Chichinashi- dijo en un susurro-. Estoy sediento. Dame de tu sangre.

Alex sintió su piel erizarse y negó con la cabeza. “Este tipo es incorregible”, pensó.

-Alguien puede vernos- dijo-. Y no voy a saltarme una clase solo para complacerte.

-¿Me estas desafiando?

La chica iba a replicar, pero en ese momento el profesor llegó y la clase comenzó sin mayor complicación. Una vez que llegaron a casa, Ayato mordió a Alex sin consideración alguna.

-Me… me duele… -susurró.

-Esa es la idea- replicó el vampiro-. Es parte de tu castigo por haberme desafiado.

Alex se lo quitó de encima y salió corriendo. Ya estaba, se largaba, o de lo contrario iba a terminar matandolos a todos. Al diablo con Luluka, que le dijera a Karlheinz lo que quisiera, ella se iba.

Sin embargo, apenas salió se encontró con Subaru. ¿Por qué tenía tan mala suerte? Estúpida vida.

-¿A donde vas?- preguntó.

-A donde sea lejos de aquí- dijo Alex.

Ella era una vampiresa, no tenía por que aguantar más semejantes desplantes. Claro que eso no se lo podía decir a nadie, era un secreto que ponía las cosas en otro nivel. Subaru frunció el ceño y negó con la cabeza.

-No puedes irte. Donde sea que vayas, te encontrarán- dijo.

Alex notó que no se incluyó a sí mismo en esa frase.

-Dijiste “encontrarán”. ¿Eso quiere decir que no intentaras buscarme?- preguntó ella.

-Yo siempre te encontraré entre las telas- respondió él con una tímida sonrisa.

Muy a su pesar, Alex sonrió. Y se sorprendió a sí misma al darse cuenta de que Subaru le agradaba. El chico se acercó a ella y la rodeó con sus brazos, en un intento de abrazo.

-Tenías razón- susurró, y luego de apartar el cabello de Alex, la mordió en el cuello.

Entonces, ella cayó desfallecida en sus brazos.

Atrapada entre mundos (1/2)Where stories live. Discover now