Cap. 4.- La llegada

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"Sabes donde estas y lo que sientes"  -  Revolution -

-Señorita, hemos llegado.

-Cállate.

Alex bajó del auto y bajó las pocas cosas que había podido empacar. Luego se dirigió a la imponente mansión que tenía enfrente mientras su transporte se alejaba. Maldijó mentalmente a Karlheinz mientras tocaba la puerta y maldijó todo lo existente mientras entraba al lugar.

Las reglas eran las mismas: debía chuparles la sangre y ocultar el hecho de que era vampira. “Estúpidas reglas, estúpidos vampiros y estúpida vida”, pensó dirigiendose al vestíbulo. “Ah, y estúpido rey de los vampiros. Que te den, que te den bien duro”.

-¿Hola?- llamó.

Como respuesta, obtuvo otra pregunta:

-¿Quién eres tú?

Alex volteó y esbozó la mejor de sus sonrisas. Frente a ella estaba un chico de cabello negro y ojos rojos, que usaba lentes. Alex parpadeó dos veces al verlo para asegurarse que no empezaba a alucinar.

-Soy Alex Shintal- respondió comiéndose su sorpresa.

¡Tenía enfrente a uno de los chicos de su sueño!

-Tú eres la nueva novia, entonces- dijo-. Permiteme presentarme, mi nombre es Reiji Sakamaki. Por favor, sígueme.

Alex fue tras Reiji mientras un mayordomo llevaba sus cosas. Ya los había visto en los recuerdos de la chica, pero no era lo mismo ver algo en un sueño o un recuerdo a tenerlo frente a tí en vivo y a todo color.

Ambos llegaron a la sala, y Alex se sentó en un sillón. Al instante, un chico pelirrojo de ojos verdes se sentó a su lado. Le sonrió con lascivia acomodando su sombrero.

-Vaya, vaya- dijo-. La nueva Bitch-chan esta mejor que la otra.

-Raito, mantén la compostura- ordenó Reiji.

Una risa proveniente del sillón contiguo atrajó la atención de la chica. Otro chico pelirrojo y de ojos verdes les miraba divertido. Esbozó una sonrisa felina examinando a Alex.

-Pedirle a Raito compostura es como pedirle a Shu que haga algo productivo: simplemente es imposible- dijo con burla.

-Te escuche, Ayato- gruñó una voz desde el otro sofá, donde un chico rubio dormitaba.

-Era la idea, idiota.

Alex estaba sorprendida y ya no podía ocultarlo. Era una escena surrealista, si se le podía tomar como tal. Una voz desde las escaleras llamó su atención y vió a un chico de cabello y ojos color lila, con profundas ojeras.

-La linda humana parece sorprendida- dijo.

-Kanato, ¿siempre se te da por decir lo obvio?- dijo otra voz.

-Subaru, sal de donde quiera que estés- dijo Raito.

Al instante apareció un chico de cabello blanco y ojos rojos. Miró a Alex y frució el ceño.

-¿Por qué me miras así?- preguntó.

Alex tragó saliva. Los hermanos Sakamaki eran los niños de su sueño. Esto no podía ser cierto. Al no recibir respuesta, Subaru golpeó la pared cercana con furia.

-¡Te hice una pregunta!- exclamó.

-Disculpa- dijo Alex mirando a otro lado.

-Ya que no necesitas que te presente a mis hermanos, puedes retirarte- dijo Reiji-. Y ustedes, vuelvan a lo que sea que estaban haciendo.

-¿Bitch-chan no va a decirnos su nombre?- preguntó Raito.

Alex lo miró de arriba abajo poniendose de pie.

-No creo que quieras realmente saberlo- replicó.

-Yo si quiero- dijo Kanato.

Alex sonrió. A Kanato solo le hacía falta su oso de peluche para parecer al chico de su sueño.

-Alex- dijo, y luego miró su reloj-. En media hora debo ir a un ensayo.

-No vas a salir de esta casa- dijo Reiji tajantemente.

Alex lo miró en abierto desafío y se dirigió a todos en general.

-Escuchenme bien, bola de patanes- dijo-. El que sea su novia no quiere decir que sea su prisionera. Voy a ir y venir cuantas veces sea necesario, y si para eso tengo que enfrentarme a todos ustedes, lo haré sin duda.

Alex dio media vuelta y se fue a su habitación.

-Esa chica tiene caracter- dijo Ayato.

-Que molesta- dijo Shu conciliando el sueño.

Reiji se quedó en silencio, siguiendo a la chica con la mirada hasta perderla de vista.

Atrapada entre mundos (1/2)Where stories live. Discover now