Maratón: 10/10

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Cinco minutos después, llegaron Lleca y Nico, corriendo y con lágrimas en los ojos.

Lleca: DONDE ESTÁ??!!

Rochi: en la sala de urgencias. -llorando- Pero no se puede pasar.

Nico: -me abrazó- Tranquila, ella va a estar bien. La petisa es fuerte.

Rochi: Todo es mi culpa, Nico. Si yo no la hubiera convencido de que venga, nada de esto hubiera pasado. Si yo no le hubiera dicho que se suelte, ella no estaría en ésta situación. -llorando-

Nico: No te culpes Ro -llorando- Vos no sabias lo que le iba a pasar. Vos nada más querías sacarle una sonrisa y hacerla reír como todos nosotros. Vos no sos la culpable de nada. -negué-

Rochi: NO ENTENDES QUE SOY UNA TARADA!!! TODO ES MI PUTA CULPA! DE NADIE MÁS, SOLO MÍA!! -negó y me levanté bruscamente de la silla y comencé a patear todas las cosas que había a mi alrededor-

Nico me agarró de los hombros y me miró.

Nico: Basta Rochi! Se terminó! La culpa no es de nadie! Vos no tenés la culpa de qye esa cuerda se soltara! Ella nos necesita fuertes, sin derramar ninguna lágrima. Tenemos que darle fuerzas para que ella se salve, porque no ganas nada echándote la culpa todo el tiempo. Por lo que me contó ella, vos siempre la ayudas y grscias a vos comenzó a sonreír y a saber lo que es vivir. Sabes lo que sos para ella? Todo. Vos sos su escalera y si te venías abajo, ella no va a tener dónde escalar para llegar a la puerta. Entendes? No nos podemos rendir, no te caigas. Ella te necesita más que nunca.  Está bien?

Nico tenía razón, ella nos necesitaba. Nos necesitaba más fuertes que nunca. 

Salió el doctor.

Lleca: como está?!

Doctor:....

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