Capitulo 37

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Al día siguiente, se despertó con Draco ya fuera de la cama, por lo que se levantó encontrándolo en el baño vomitando.

-Tranquilo... -dijo tomando una toalla y secándole la frente.

-¡Cállate, todo esto es tu culpa! –respondio dándole un manotazo y levantándose del piso.

Harry lo siguió hasta la habitación en donde lo vio sentarse en el lado de su cama y cubrirse la cara con una toalla, así que sin decir nada caminó hasta allá y se sentó junto a él.

-¿Hasta cuándo vas a estar enojado?... ¿no te alegra tener un pequeño más?

Draco no contestó al momento, se quedó con la cara cubierta un momento más haciendo a Harry dudar en si lo había escuchado o no.

-No me preguntaste –dijo finalmente descubriéndose la cara- como si mi opinión no importara.

-Claro que me importa, por eso no me gusta que estés enojado conmigo, sino me importara me daría igual.

-Pero ahora no quería un hijo, ya te lo había dicho –exclamó viéndolo, hablando sin agresividad, solo enojo, él también deseaba aclarar el asunto- Scorpius esta aun muy pequeño.

-Ya casi cumple dos años.

-¿Y eso qué?... Harry, no me preguntaste, no me tomaste en cuenta.

Harry suspiro antes de hablar, realmente hablar con Draco era muy difícil, era como intentar explicarle algo a una pared, pero tal vez ese sentimiento era el mismo que el rubio tenía.

-Mira... -dijo tomándole una mano a pesar de la actitud de Draco- para ti es difícil hablar conmigo, sientes que no te entiendo, y a mí me pasa lo mismo contigo, siento que no me entiendes, como que nos hablamos en otro idioma -Draco asintió en silencio, eso era exactamente lo que tenía en la cabeza- a veces me pregunto si realmente te criaste en este país, pues rechazas las leyes y la cultura por completo, como si fueras un extranjero.

Draco se quedó callado, era como meditar cada respuesta para no caer una de sus acostumbradas batallas.

-Yo... -dijo al fin, sin soltarse de la mano de Harry- a veces siento lo mismo, y creo que es como una vez me dijo Minerva.

-¿Qué dijo?

-Mira, todas esas leyes, nuestras costumbres y todo eso, yo las conozco, sé que el marido elige todo dentro del matrimonio, incluso cuántos hijos tener y cuando tenerlos; pero eso no me importaba porque no me afectaba a mi directamente, total, nunca iba a casarme, nunca iba a tener a un marido al cual someterme, así que las costumbres que rigen a las mujeres y a los donceles realmente me daban igual... porque yo antes no me sentía así, podía elegir, podía hacer lo que quería, ahora ya no.

Harry le soltó la mano y le paso el brazo por la espalda atrayéndolo hacia sí.

-Ya veo... -dijo sintiendo el cabello rubio hacerle cosquillas en la nariz al ponerle el mentón en la coronilla.

El Fénix del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora