Capítulo VI

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¿qué había pasado en el alma de Maria en aquellos cuatro días? Me pareció ligeramente pálida y alrededor de sus ojos había una ligera sombra. Como la resolución de mi viaje no se apartaba de mi memoria, debía parecerle triste, porque me dijo en voz baja:

—¿te ha hecho daño el viaje?.

—no Maria —le contesté —pero hemos andado tanto...

Iba a decirle algo más, cuando el brillo en sus ojos me lo impidió. Una mirada de mi padre y cierta sonrisa en sus labios hizo que saliera con dirección a mi cuarto.

Cerré las puertas. Allí estaban las flores recogidas por Maria para mí.

¡mi primer amor! ¡Maria! ¡Maria! ¡cuánto te amé!.

María (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora