Capitulo 14

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Pov Christian

Después que Alaia aceptara mi propuesta lo que mas deseo es encerrarla en mi habitación y hacerla mia hasta que el sol nos regale un nuevo día pero debo llevar las cosas despacio, no quiero que piense que solo me la quiero llevar a la cama aunque después de aquella declaración de amor es difícil que piense que no la quiero. La amo.

A regañadientes separo nuestros labios y la bajo de mi regazo después que nuestras respiraciones se han regularizado, me pongo de pie y luego le tiendo mi mano para que ella haga lo mismo.

- Vamos a cenar?- sonrió de lado al ver su mirada de desconcierto,- O acaso tu tenias otros planes?,- ella niega y se pone de pie.

- Vamos a cenar,- dice y toma la mano que le ofrezco.

Caminamos hacia el comedor, suelto su mano y la abrazo por la espalda. Quisiera gritar de felicidad que esta mujer esta conmigo, que es mía y que eso me hace muy feliz, ella agarra mis manos y las acaricia mientras se recuesta en mí pecho, inhalo el dulce aroma de su pelo y el de su cuello.

- Deseo tanto hacerte el amor,- susurro en su oreja y la muerdo haciendo que gima,- Pero primero voy alimentarte.

Llegamos al comedor y jalo una silla para ella, luego me siento a su lado y cabe destacar que Gail puso la mesa muy bonita. Agarro la mano de Alaia sobre la mesa y la beso. Se escuchan unos pasos y es Gail quien se nos une.

- Buenas noches Señor Grey, Señora,- asiente hacia Alaia y la veo sonreír con autenticidad, con emoción y algo de melancolía.

- Gail ella es Alaia Lambert, mi novia,- la presento y se sonrien entre si.

- Un placer Señora. Estoy para servirle.

- Gracias Gail,- le responde Alaia.

- Que tenemos para cenar?

- Pasta a la vongole Señor.- asiento por su buena elección.-  Les sirvo?

- Por favor...

La pasta estaba realmente deliciosa y el plato vacío de Alaia lo confirma, mas los piropos hacia Gail por la cena. Bebo de mi copa de vino mientras ella limpia sus labios con la servilleta haciendo que sienta celos del pedazo de tela.

- Postre?- le pregunto cuando deja su copa sobre la mesa. Ella niega y eso hace que me encienda, toda la velada he esperado por este momento y ahora que llego estoy algo nervioso. Me pongo de pie y camino hacia ella quien no aparta sus mirada de mi.- Vienes conmigo?- la anticipación de lo que va pasar hace que mi voz suena ronca, le tiendo mi mano y ella la acepta, entre lazo nuestros dedos y caminamos en silencio hacia la habitación. Antes de abrir la puerta la miro pidiendo permiso, asiente y creo que no necesito de nada mas para saber que esta sera la mejor noche de mi vida.

Al entrar a la habitación la veo admirar cada detalle, cada mueble, cada espacio, camina hacia la cama y con sus dedos acaricia las sabanas, voltea a verme y sus ojos brillan. Me acerco a ella despacio y la abrazo por la cintura.

- Bienvenida a mi refugio, a mi escondite secreto y ahora mi lugar favorito en la casa ya que sera nuestro nidito de amor,- susurro en su oreja y la siento estremecer en mis brazos, mis labios recorren desde su oreja hasta su cuello haciendo que su respiración se acelere, una de mis manos recorre su abdomen mientras que la otra busca el cierre lateral de su vestido, lo bajo despacio y siento como la pieza cede en su cuerpo, bajo el primer tirante y riego su hombro de besos para luego darle una suave mordida que la hace gemir mi nombre.

- Christian,- me encanta escuchar mi nombre de sus labios. Hago lo mismo con el otro hombro y el vestido se desliza por su cuerpo. Me despegó para admirar su hermoso cuerpo, acarició su espalda, sus nalgas y luego le pido que se de la vuelta, ella lo hace y sale de su vestido, mi boca se hace agua al ver sus perfectos senos cubiertos por un brasier de encajes del color de su vestido igual que su diminuta tanga.

Te Quiero De VueltaWhere stories live. Discover now